El Comité Nobel Noruego responsabilizó a China de muerte del activista Liu Xiaobo, galardonado con el Premio Nobel de la Paz en 2010, fallecido hoy en un hospital del país asiático por una falla múltiple del órganos, a consecuencia del cáncer terminal de hígado que padecía.

“El gobierno chino tiene una gran responsabilidad por su prematura muerte”, afirmó la presidenta del Comité Nobel, Berit Reiss-Andersen, luego de conocerse el lamentable fallecimiento del activistas chino.

El Premio Nobel de la Paz 2010 falleció este jueves en el Hospital de Medicina China de Shenyang, en la provincia nororiental de Liaoning, donde se encontraba internado desde hace 17 días, en espera de autorización para recibir tratamiento en el exterior.

En un mensaje, publicado en la cuenta oficial del Comité en Facebook, Reiss-Andersen destacó que el Comité del Nobel “ha recibido la noticia de su muerte con pesar y gran tristeza”.

Liu Xiaobo recibió el Nobel de la Paz por sus esfuerzos para poner en práctica los derechos humanos fundamentales, garantizados en los instrumentos internacionales, así como en la Constitución de la República Popular China, recordó la institución en su página Web.

“Fue una figura líder en el movimiento de la democracia china durante casi 30 años. Las manifestaciones en la Plaza de Tiananmen en 1989 le llevaron de una vida académica al activismo. Fue uno de los principales contribuyentes a la “Carta 08”, el manifiesto que señaló las obligaciones de China para garantizar los derechos humanos fundamentales para sus ciudadanos”, destacó.

En su famoso poema “No tengo enemigos”, vemos una clara expresión de su actitud pacífica, añadió.

Al otorgar el premio Nobel de la Paz a Liu xiaobo, el comité noruego del Nobel quería subrayar la conexión fundamental entre el desarrollo de la democracia, la creación y la seguridad.

Además, el Comité determinó que “Liu Xiaobo había contribuido a la fraternidad de los pueblos a través de su resistencia no violenta contra las acciones opresivas del régimen comunista en China”.

La institución recordó que el activista chino no pudo asistir a la ceremonia de entrega de premios en Oslo en 2010, porque para ese entonces ya había sido condenado a 11 años de prisión, “al parecer por intentar socavar el orden político actual”.

“En nuestra opinión, no había cometido ningún acto criminal, sino que sólo ejercía los derechos de sus ciudadanos. Su juicio y encarcelamiento fueron injustos”, subrayó.

La ausencia de Liu Xiaobo en la ceremonia del premio Nobel de la Paz fue marcada por una silla vacía. Ahora tenemos que llegar a un acuerdo con el hecho de que su silla seguirá vacía para siempre, indicó.

“Al mismo tiempo, estamos profundamente convencidos de que Liu Xiaobo seguirá siendo un poderoso símbolo para todos los que luchan por la libertad, la democracia y un mundo mejor”, apuntó.

El Comité Nobel Noruego indicó que tenía la esperanza de que el Nobel chino sería liberado y evacuado de forma segura para recibir tratamiento médico en el extranjero.

“Esto habría sido de acuerdo con sus propios deseos y con las recomendaciones de los médicos alemanes y estadounidenses a quienes se les permitió visitarlo. Mientras todo el mundo observaba, China optó por mantener el aislamiento de su prisionero”, destacó.

“Hoy nuestros corazones están llenos de gratitud a Liu Xiaobo por sus esfuerzos monumentales y grandes sacrificios para promover la democracia y los derechos humanos. Él era realmente un prisionero de conciencia y pagó el precio más alto posible por su implacable lucha”, agregó.

Nos sentimos convencidos de que sus esfuerzos no fueron en vano. Liu Xiaobo fue un representante de ideas que resonar con millones de personas en todo el mundo, incluso en China. “Estas ideas no pueden ser encarceladas y nunca morirán”, concluyó.

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