El camino de la inmunidad a COVID-19 será complicado manteniendo volátil el comportamiento del Peso mexicano – Análisis

A poco más de un año del inicio de la pandemia en el mundo, las esperanzas de que las vacunas contra el Covid-19 permitan alcanzar la inmunidad de rebaño a tiempo para que la economía mundial remonte con fuerza en la segunda mitad de 2021 se ponen en en tela de juicio.

El ritmo de la vacunación, que se supone que liberará a los gobiernos de la necesidad de contener el virus a base de otras medidas, sigue siendo demasiado lento en las principales economías (salvo Israel y Emiratos Árabes Unidos y atrás Reino Unido y EUA). En el caso de México, originalmente se proyectaba que para estas fechas ya hubiera cerca de 1.2 millones de dosis aplicadas, y apenas van alrededor de la mitad de ese objetivo.

Los retrasos en la producción, distribución y programas de vacunación generan una sombra de preocupación en los mercados financieros, donde las restricciones a la movilidad y actividad económica seguirán siendo la tónica, con la posibilidad de que la población no haya recibido la protección contra el coronavirus antes del verano, y incluso tampoco después.

La semana anterior AstraZeneca informó a distintos países que reduciría las entregas de su vacuna en el primer trimestre del año debido a problemas en la producción. Este es el segundo golpe que reciben la mayoría de los gobiernos que iniciaron su proceso de vacunación en muy poco tiempo, después de que la pasada semana Pfizer redujeran el suministro de su vacuna.

Además de todos los impedimentos que están hallando farmacéuticas y gobiernos ante la titánica tarea vacunar a la ciudadanía, el camino hacia la inmunidad se ha complicado, ya que las mutaciones del virus suponen riesgos importantes para el calendario de vacunación.

El mensaje tranquilizador que tratan de enviar desde las compañías sobre la efectividad ante las nuevas cepas o la facilidad de adaptar las candidatas, se ve empañado por las dificultades de producción de Pfizer o AstraZeneca que afectan a las entregas comprometidas en el mundo.

Así, al ritmo actual de 250 mil vacunas al día, la inmunidad de rebaño en las principales economías del mundo no se alcanzará hasta finales de 2021, como muy pronto.

Por el momento, la única vía posible para la mayoría de los países es seguir aplicando las mismas medidas que hasta ahora: contención del virus con medidas de confinamiento a la población y detener la actividad económica, por la evidencia de que la situación todavía no es tan mala como en marzo. Sin negar la efectividad para la contención de los contagios de volver a aplicar la misma receta que el año pasado, los expertos ponen el acento en la profunda huella que dejará en la economía. Tras el impresionante repunte del tercer trimestre de 2020, la economía se enfrenta ahora a una recuperación menos dinámica, con riesgo de volver a entrar en un periodo recesivo.

Sobre este último punto, la mayoría de los gobiernos ha evitado aplicar cierres totales, sustituyéndolas por medidas selectivas y con actividades esenciales desde un inicio, lo que ha contribuido a aminorar un poco el impacto económico negativo. Esperamos un débil reporte del PIB para el primer trimestre de este año en la mayoría de los países, pero consideramos que ira mejorando a partir del segundo.

Los mercados financieros se muestran nerviosos al no ver mejora en la situación sanitaria global y en algunos casos se adelantan al peor escenario. Por eso es que por momentos se registran caídas en los precios de los activos de mayor riesgo, entre ellos el peso mexicano. La moneda mexicana por momentos se depreció a $20.60, aunque la mayor parte del tiempo se ha visto estancada en un rango de cotización entre $19.60 – $20.30 spot.

A la incertidumbre se le suma la dificultad que ha mostrado la aprobación de los estímulos económicos que propuso el nuevo gobierno de EUA y que el mercado descontaba hace algunas semanas. Lo último en este tema es que el partido demócrata intentará separar los estímulos que sólo necesitan mayoría simple para su aprobación rápida y dejar los temas en discusión con el partido Republicano para más adelante. Esto ayudó a que al inicio de esta semana se tranquilizaran temporalmente los mercados, en específico la cotización del peso mexicano, que actualmente está en $20.14 por dólar spot.

A pesar de lo anterior, los episodios de incertidumbre, cautela y volatilidad se mantendrán en el corto plazo, pero creemos que en los próximos meses el proceso de vacunación mundial (y en nuestro país) se va acelerar, muy probablemente a finales del primer trimestre o inicios del segundo. Esto sin duda, ayudará a aplanar la curva de contagios de COVID-19. Asimismo, una vez que pase el invierno boreal, las cosas pueden mejorar en términos de intensidad en los casos nuevos de la enfermedad. Esto puede ayudar a que la moneda mexicana busque entonces cotizaciones por debajo de las alcanzadas a mediados de enero ($19.55).

Ya no sólo se hablará de más capacidad productiva de las vacunas existentes que cuentan con autorización de emergencia (Pfizer, Moderna y AstraZeneca), también serán noticia otros proyectos de vacunas que terminen recibiendo su autorización para distribuirse (quizá Johnson & Johnson, Sputnik V y CanSino), anuncios de sinergias entre laboratorios y farmacéuticas para potencializar la producción, así como varios tratamientos (retrovirales) eficaces contra el SARS-COV-2

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