El 12 de enero de este año, en el Diario Oficial de la Federación se publicó el reglamento para la producción, investigación y uso medicinal de la cannabis y sus derivados, parte de la Ley General de Salud. Este reglamento, cuya publicación estaba pendiente desde el 2018, representa un avance importante en la materia puesto que regula la cannabis para fines primordialmente medicinales y de investigación. Aún queda pendiente la discusión y aprobación de la Ley Federal para la Regulación del Cannabis cuyo alcance será más amplio y permitirá mayores actividades en las cadenas productivas y de valor. Sin embargo, el reglamento también traerá retos y oportunidades para quienes buscan participar en el mercado. 

El documento regula la materia prima, los derivados farmacológicos y los medicamentos de cannabis que se obtengan. También establece quiénes son las autoridades que participarán en la vigilancia del reglamento en el ámbito de sus competencias, desde la importación de semillas y siembra, hasta la fabricación y exportación de derivados farmacológicos y medicamentos de cannabis: las Secretarías de Salud, Agricultura, Economía y Hacienda. Finalmente, detalla las actividades reguladas, la investigación, producción, fabricación y prescripción, así como la importación y exportación de los productos antes mencionados.

Esta iniciativa responde a los beneficios medicinales y terapéuticos que se han encontrado en la cannabis y sus componentes. La Food and Drug Administration (FDA) de Estados Unidos, autoridad que regula los medicamentos en ese país, ha aprobado fármacos que incluyen Tetrahidrocannabinol (THC), un componente de la marihuana. Productos como el dronabinol y la nabilona se utilizan para tratar síntomas en pacientes que reciben quimioterapia. Además, en varios sitios se estudia o se han aprobado fármacos que incluyen THC y Cannabidiol (CBD), otro componente que parece dar resultados en personas con epilepsia y otros padecimientos.

La investigación sobre los efectos benéficos sigue en curso, pero la nueva regulación abre puertas para investigadores, importadores, productores y empresas en México. En el caso de la importación, se deberán cumplir diversos requisitos para obtener el permiso correspondiente, dependiendo del tipo de producto. Por ejemplo, se debe obtener una opinión favorable de SENASICA en el caso de la materia prima y, para los derivados, existen requisitos previos de COFEPRIS.

“Es importante entender la regulación y ajustarse estrictamente a la misma, para lograr aprovechar las ventajas que existen. México cuenta con 13 tratados internacionales con 50 países, de los cuales el más conocido es el T-MEC, con Estados Unidos y Canadá. Si una compañía busca participar en la importación y exportación del producto, es recomendable que lo haga siempre con acompañamiento legal para que pueda entender todos los requisitos regulatorios que deberá cumplir previo y posterior a la importación”, declaró Luis Linaldi, socio fundador de la firma legal Solórzano Linaldi (SL).

Aún falta que la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (COFEPRIS) defina cuáles serán los trámites para la implementación de cada una de las actividades incluidas en el reglamento. Sin embargo, sí es posible ver el potencial impacto de la industria. Por ejemplo, New Frontier Data estima que las ventas de marihuana y productos relacionados en EE.UU. superen los $41 mil millones de dólares en 2025; las empresas mexicanas pueden encontrar un potencial importante tanto en el mercado interno como internacional. 

“En el caso de la exportación, el reglamento la contempla para los derivados farmacológicos y medicamentos de cannabis, no así para la materia prima. Se deberá obtener un permiso previo de exportación, además de cumplir con ciertos requisitos antes de realizar el despacho aduanero. Se trata, sin duda, de un mercado que puede crecer y aportar un porcentaje importante al Producto Interno Bruto de México. Estudiar y conocer a fondo la regulación y sus actualizaciones es fundamental para el adecuado impulso y desarrollo de la industria”, finalizó Luis Linaldi.