Cuando se cumple un mes del asalto al Capitolio de Estados Unidos por parte de una turba de seguidores del ahora expresidente Donald Trump, el país se prepara para el inicio la próxima semana del segundo juicio político al exmandatario, acusado de “incitar a la insurrección” y que podría acabar inhabilitado de por vida para ejercer cargos públicos.
Solo han pasado 30 días y el escenario político en EU no es el mismo que el de aquella fatídica jornada, en la que cinco personas murieron en el asalto a la sede del Congreso federal, entre ellas un policía.