¿Se acabó el buen momento para el peso mexicano? Probablemente no – Análisis

En las últimas dos semanas el peso mexicano se ha depreciado cerca de 5.0%, por momentos más de un peso de reducción, siendo una de las monedas de economías emergentes más afectadas. Aunque hubo elementos internos que influyeron en su comportamiento (aprobación en la cámara de diputados del proyecto para modificar la Ley de la Industria eléctrica), el factor externo de las subidas en las tasas de interés de bonos gubernamentales de largo plazo contribuyó en mayor medida a esta caída.

La gran pregunta que resuena entre los inversionistas es si se le acabó la tendencia positiva del peso mexicano y se encuentra en una senda de depreciación más larga, que supere los $21.0 spot.

Técnicamente tiene espacio para presionarse más. Si rompe el psicológico de los $21.0 spot, hay posibilidades de que la presión si la situación no mejora pueda llegar hasta $21.60. No es nuestro escenario base o con mayor probabilidad, pero es un nivel que hay que tener en mente en caso de existir requerimientos de operaciones cambiarias en el corto y mediano plazo.

Sin embargo, en CIBanco consideramos que el peso mexicano todavía tiene margen para apreciarse y retomar el rally alcista de finales de año pasado y principios de este. Por momentos incluso, no se puede descartar volver a ver niveles por debajo de $20.0. Este escenario, como la mayoría de las ocasiones no está exento de riesgo y no se presentaría de forma continua, ya que seguramente los episodios de volatilidad seguirán presentes.

La subida en las tasas de interés de los bonos gubernamentales de largo plazo es el principal debate para el mercado en el momento actual. Este debate continuará en las próximas semanas y los inversionistas seguirán vigilando de cerca el comportamiento de los bonos, así como las expectativas de crecimiento e inflación y su impacto en otros activos financieros. Lo más importante, en este escenario, es saber calibrar cuáles son los riesgos y oportunidades. Los funcionarios de los principales bancos centrales han tratado de tranquilizar a los mercados diciendo que no están cerca de retirar sus medidas de apoyo monetarios y en el caso particular de la FED, su presidente Powell ha sido muy enfático en que aún queda un largo camino por recorrer para garantizar alcanzar los objetivos de empleo de la economía estadounidense.

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La autoridad monetaria tiene el control sobre las tasas de corto plazo, por lo que son las de mayor plazo las que se mueven anticipando movimiento de las tasas de corto plazo en el futuro. El mercado no está convencido que las palabras de la FED se mantengan igual a finales de este año o el próximo, por lo que se cubre y reacomoda posiciones, deshaciéndose de algunos activos, como son las monedas de economías emergentes, de ahí la presión reciente sobre el peso mexicano. En resumen, los operadores están especulando sobre posibles cambios inesperados en la política monetaria.

En nuestro sentir, el aumento en la expectativa de inflación es un pretexto de los operadores para tomar mejores precios en sus portafolios de inversión (ya que no hay evidencia de inflación en los últimos 20 años, a pesar de excesos de liquidez), para así estar mejor posicionados de cara al proceso de recuperación, en la medida que éste sea más seguro. En el caso de las Bolsas de Valores ya que actualmente están valuadas caras y para los bonos de plazo se encuentran con fuertes minusvalías.

Lo que podría provocar un viraje rápido en este comportamiento son anuncios por parte de los bancos centrales, en particular de la FED, de que centrarían su actuación en el control de la curva de tasas, incrementando sus compras de bonos a más largo plazo para moderar el alza de sus rentabilidades.

Con más estímulos en camino, y a medida que continúan las buenas noticias sobre el rápido progreso de las vacunas, el mercado seguirá teniendo una doble visión entre alivio o preocupación de que el riesgo de sobrecalentamiento de la economía es alto. Dependiendo de cuál de los dos efectos domine, será el comportamiento final del precio de los activos.

A pesar de esta volatilidad e incertidumbre, consideramos que la expectativa es que los precios de los bonos globales no vayan a ceder mucho más, al menos hasta que se consolide la recuperación económica (todavía lejana), una vez esté la pandemia bajo control, lo que servirá para que en el corto plazo se estabilicen sus rendimientos o, de seguir subiendo, lo hagan ya de forma más moderada. No obstante, esto puede demorar varias semanas, en lo que el tema luzca dominado. En los siguientes días los datos económicos seguirán mostrando mejoría y con ello las apuestas de que la inflación podría dispararse seguirán jugando a favor de las tasas de bonos. Pero posteriormente, los datos reflejarán lo que ha dicho Powell en repetidas ocasiones, de que todavía la economía está lejos de los niveles previos a la pandemia.

Una vez controlado el tema de las tasas de los bonos gubernamentales de largo plazo, los operadores se concentrarán en todo lo relacionado a la pandemia y de los estímulos, sobre todo los fiscales en EUA. Y sobre estos, las noticias positivas se irán acumulando en los próximos días y semanas.

Es cuestión de tiempo para que el congreso estadounidense envíe para su promulgación el paquete de apoyos fiscales por 1.9 billones de dólares. Actualmente se encuentra en el Senado y la fecha límite es el 14 de marzo, día en que vencen los actuales apoyos aprobados todavía durante la administración del ahora ex presidente Trump.

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Probablemente, tras la de Johnson & Johnson llegaría la versión de la estadounidense Novavax, actualmente en fase III de investigación. En plazos similares se espera la llegada del producto de la alemana CureVac.

Esta aceleración en la vacunación contra COVID-19, junto con una reducción en el ritmo de contagios de coronavirus se traducirá en menores episodios de aversión global al riesgo, favoreciendo las apuestas en activos como aquellos denominados en pesos mexicanos.

Así, hay posibilidades de que en el corto plazo la moneda mexicana recorte pérdidas, se aprecie por debajo de $20.0 spot, sobre todo a finales de marzo y abril. Ya después entran en juego otros asuntos relevantes, como lo es el tema de las elecciones en México (junio) y posibles comentarios de agencias calificadoras sobre el grado de inversión de la deuda soberana mexicana. Para cierre de 2021, nuestra estimación se mantiene cercana a $20.50 spot.

Por su parte, con la autorización de la vacuna de Johnson & Johnson mejora de forma significativa las perspectivas de vacunación global, porque es el único antígeno que se administra en una única inyección. Actualmente se han aplicado dosis a poco más de 240 millones de personas en el mundo.

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