Todas las entradas de: Carlos José Phillips

Carlos Jose Phillips es Director de Promoción Regional Monterrey para Casa de Bolsa Finamex. Egresado de la Ingeniería Industrial y de Sistemas por el Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey, Campus Monterrey, y tiene una Master n Business Leadership por la Duxx, Escuela de Graduados en Liderazgo Empresarial Monterrey. Inició su carrera profesional en 1986 en la Caja de Barcelona, en Barcelona, España como Auxiliar de Divisas. Colaboró para Probursa Casa de Bolsa como Gerente de Promoción Corporativa, Interacciones Casa de Bolsa como Director Regional de Promoción Corporativa, en Distribuidora Importek como Director General, en Scan como Director de Administración e Informática y en Agave de Plata como Director General, antes de iniciar su carrera en Casa de Bolsa Finamex en 2010 hasta la fecha. Casa de Bolsa Finamex, SAB de CV, es una firma Mexicana y es una de las líderes proveedoras de servicios de acceso al mercado Mexicano de Valores. Ofrece servicios financieros a inversionistas individuales, corporativos o profesionales en los mercados Mexicanos de dinero, capitales, derivados y de cambios, con diversos productos de acceso directo y mezclas especializadas. Para más información, consulta http://www.finamex.com.mx/ Twitter: @FinamexCB

La ruta a una estrategia de inversión exitosa

 

Por: Carlos Jose Phillips, Director de Promoción Regional Monterrey

 

Formular una estrategia particular que considere las necesidades y perfil de riesgo del inversionista, es determinante para lograr los objetivos de cualquier inversión. Para comenzar con el diseño de este plan, es necesario definir los siguientes pasos:

  1. El objetivo de la inversión

¿Por qué quiero ahorrar e invertir? Pregunta simple pero muy importante. No puedo definir nada si no tengo claro para qué quiero los recursos. Comprar una casa, comprar un coche, generar mi fondo de retiro, etc. Cada uno de estos objetivos tiene diferentes horizontes y diferentes perfiles de riesgo y plazo. En esta etapa determinamos cuánto necesitamos ahorrar para que al término del plazo tengamos el monto de recursos meta para lograr nuestro objetivo.

  1. Dinero con el que se iniciará dicha inversión

¿Cuánto dinero tengo hoy? Y ¿Cuánto dinero puedo ahorrar y cada cuándo? Como ya sabemos el ahorro es la base para hacernos de un patrimonio. Sólo con ahorro consistente logramos acumular riqueza. El rendimiento sobre ese ahorro hará crecer nuestro patrimonio en el tiempo. Poner el dinero ahorrado a trabajar en nuestro beneficio es lo que se conoce como inversión.

 

  1. Rendimiento esperado

Nuestra tolerancia a la volatilidad define cuánto es lo que aspiramos que nuestra inversión genere, pero también nos permite conocer las pérdidas potenciales. A menor tolerancia invertimos en instrumentos con menores rendimientos y a mayor tolerancia lo hacemos en instrumentos que nos brinden rendimientos mayores. Si definimos qué instrumentos son los adecuados para nuestra tolerancia de volatilidad entonces solo faltará definir cuánto necesitamos obtener de rendimiento para que nuestros ahorros crezcan lo suficiente para llegar al monto objetivo.

No llegar a nuestra meta podría deberse a que el ahorro no es suficiente o el rendimiento objetivo es bajo. Cuando este sea el caso, debemos replantear si aceptamos una inversión más volátil y/o incrementamos nuestro ahorro.

  1. Plazo de inversión

Muy importante definir en cuanto tiempo queremos llegar a nuestra meta. Si tenemos una fecha definida, tenemos que hacer que nuestra capacidad de ahorro sea coherente con el plazo trazado, al igual que los rendimientos esperados de las inversiones.

  1. Plan de diversificación

Finalmente después de definir el plazo, el monto, el ahorro y la volatilidad, estableceremos cómo vamos a invertir. Existe un gran debate sobre si la diversificación es o no la clave del éxito en las inversiones o si se debe ser menos diversificado y concentrar la estrategia en uno o dos instrumentos.

Si estamos hablando de inversionistas que no son expertos profesionales en manejo de inversiones y que su actividad preponderante no les permite darse el tiempo para hacer la investigación necesaria para escoger en qué y cómo invertir, lo mejor es que un asesor experto diseñe una estrategia diversificada de acuerdo a nuestro perfil.

Uno de los principales objetivos de la diversificación es diluir los riesgos; esto trae como consecuencia que los rendimientos se normalicen y así se pueda establecer una mejor planeación. No existe el instrumento perfecto, aquel que siempre gana lo que queremos que gane y que nunca pierda. Es por esto que hay que poner los huevos en varias canastas.

Si logras establecer estos parámetros podrás cumplir con cualquier meta de inversión. Asegúrate de ser constante y revisar periódicamente tus rendimientos, así podrás corregir la ruta de tus inversiones y redirigir tu plan de diversificación.

 

Hablemos de finanzas: ¿qué deben aprender los jóvenes?

Por: Carlos Jose Phillips, Director de Promoción Regional Monterrey

Estamos en una era en la que todo se vive a la velocidad de la luz. Podemos estar tres o más personas conectadas en una conversación, estando en distintos continentes. En cuestión de segundos podemos armar un viaje completo con transporte, hotel y diversiones. Es de admirar cómo los jóvenes se sientan frente a una computadora y en cuestión de segundos obtienen respuesta a todas sus preguntas. Los efectos positivos de la tecnología son contundentes y los jóvenes los dominan y los aprovechan.

Definitivamente es el tiempo de los jóvenes, quienes tienen la capacidad de vivir todo muy rápido y no tienen la paciencia de esperar. Sin embargo, hay algo que funciona de otra manera. Nuestras vidas se alargan y, si bien, al día de hoy el promedio de vida en México está alrededor de los 70 años, se espera que en las generaciones de quienes son ahora jóvenes vivan hasta los 90 o incluso los 100 años. A pesar de ello, los jóvenes no están tomando previsiones para hacer un “guardadito” para su etapa como jubilados ¿Qué es lo que hace falta?, ¿qué es lo que deben aprender?

Seguir estos tres pasos en tu juventud, puede marcar la diferencia y calidad de vida en años futuros:

1. Ahorrar. El ahorro es la única forma de hacer un patrimonio. Solo así podemos generar una riqueza que nos sirva para vivir en los años en los que no generaremos dinero. El reto es poder gastar menos de lo que ganamos y guardarlo. John D. Rockefeller, uno de los grandes empresarios de Estados Unidos, tenía dos reglas: ahorrar un porcentaje de sus ingresos y donar el 10% a obras de caridad. La riqueza financiera se logra al comenzar a ahorrar, solo así podremos formar un patrimonio para los años por venir.

2. Paga hoy, disfruta después. Hoy más que nunca tenemos todo tipo de opciones financieras que permiten comprar y disfrutar lo que no podemos pagar: casa, celular, automóvil, viajes, hasta ropa y electrodomésticos de lujo a meses sin intereses. Una vez que lo tienes, estás preso, pues cada mes o semana estás obligado a pagar y al final pagarás mucho más de lo que realmente valen. Nos volvemos esclavos que trabajamos para pagar intereses y compromisos pasados.

Esto es solo una trampa que no nos permitirá crecer. Debemos pensar y actuar al revés, primero usar parte de nuestro sueldo para ahorrar y ya que tengamos el total de lo que vale el objeto de nuestro deseo, entonces y solo así, lo compramos.

Si un mes no tenemos para pagar un crédito nos cobrarán más y si pasan dos meses, nos quitarán el producto. En contraste cuando ahorramos, si un mes no llegas a tu ahorro objetivo no pasa nada, solo tardaras más en reunir el dinero.

3. El dinero debe trabajar para nosotros y no nosotros para el dinero. El autor Robert T. Kiyosaki, en su libro “Padre rico, padre pobre”, escribe que debemos hacer que el dinero trabaje para nosotros y no nosotros para el dinero. Debemos tener activos que nos produzcan dinero (propiedades para rentar, inversiones en empresas, etcétera), no activos que nos hagan tener que trabajar para pagarlos, como las hipotecas. Activos que producen un flujo constante vía intereses, dividendos o rentas, son los que queremos y no aquellos que nos generan pagos y costo financiero mensual elevado.

Para empezar a formar un patrimonio necesitamos definir nuestros objetivos: para qué quiero ahorrar, cuánto voy a ahorrar, cuánto quiero que crezca mi patrimonio y cuál es el plazo. No podemos comenzar a hacerlo, si no podemos responder estas preguntas. Una vez que tengamos la respuesta, nuestro éxito dependerá únicamente de la disciplina que tengamos para ahorrar una parte de cada peso que generemos. Así, podremos después encontrar la forma de invertir esos ahorros para que verdaderamente el dinero trabaje para nosotros.

T: @FinamexCB