Todas las entradas de: Xicani “Sigo en Pie”

Xicani, es Periodista, Conferencista Motivacional, Coach Ontológico & de Vida, con una trayectoria de 7 años en diversos Medios de Comunicación, y 3 años, impartiendo su conferencia, “El Sentido de la Vida”. Es fundador de, Xicani® Consultoría & Coaching, & Director General en su sitio web: http://xicani.com

Sobreponte a la vida…

Me he dado cuenta de una cosa muy importante, y es de la fuerza que hay que recobrar para levantarse, que lo más peligroso no es caerse, no es equivocarse, o fallar… lo más peligroso es no volver a encontrar las fuerzas para continuar, para levantarse, para sobreponerse…

Es esa falla que se origina por dentro, ese sentirse roto e inhabilitado lo que paraliza… Hay que sobreponerse, no importa lo que digan los demás, no importa lo inadecuado que podamos parecer…, hay que levantarse, dar la cara, no importa si es fea, o si no es tan bonita como quisieras… Hay un poder que se halla en lo profundo, que se pierde cuando perdemos toda esperanza de ver aquello que nuestro corazón tanto ansia y que más que ansiar, requiere y necesita…

Lo más peligroso del fracaso reiterado es esa pérdida, la p´pérdida de las ganas, de la ilusión… cuando se rompe, cuando te das cuenta que no será más… un frío recorre el cuerpo y te sientes como muerto… pero ya lo sabías, sabías que todo es tan simple, para vivir, solo hace falta respirar… y abrir los ojos y mirar y darte cuenta que aún estás aquí…

Que perder las ganas es lo peor que puede pasar… perder la esperanza. Que no era lo peor el fracaso, ni el dolor, ni el golpe que rompió tu centro en dos… eso no era lo peor… lo peor era perder esa fuerza vital que por dentro anima. ¿Quién o qué puede quitarnos eso, la fuerza para sobreponerte, sobreponernos… esa fuerza original, llámese animo, llámese alegría, que no me refiero a la felicidad, sino a esa sonrisa que desde adentro se improvisa…

Es esa sonrisa que en mi caso aflora cuando miro a un pequeño moverse con cierta torpeza sobre sus primeros pasos, cuando miro un amanecer que pareciera prometer tanto y tanto… Cuando miro a una pareja caminar por la calle abrazados, el uno del otro… O la aurora que no se da por vencida con ese regalo de cada día…

Esa sonrisa del alma sincera es lo que nunca se puede perder…, a veces, en lo más profundo parece perderse pero siempre alrededor todo respira, y te recuerda que adentro estas hecho de lo mismo que las plantas, de lo mismo que la tierra, que vienes de allí y que eres en último caso de ella, y también del cielo que el agua refleja… somos polvo al fin y al cabo… o quizá un poco de niebla…

Xicani.

El proceso de crear…

Me llama mucho la atención cómo es el proceso de crear algo, desde el sueño inicial hasta las metas propuestas llevadas a cabo. Mientras más claros sean los sueños, más claro estará el camino, más despejado. A veces hay que expandir los sueños, otras veces hay que delinearlos.

El proceso es lo más importante luego del inicio. El proceso puede no tener final, o tenerlo, todo depende de los objetivos y la meta que se tenga.

En este sentido, en la actualidad no se crea tanto, sino que se recrea. Igual esto no tiene porque ser un problema. La originalidad la imprimimos nosotros mismos de acuerdo a nuestra manera de hacer las cosas, nuestra forma, que puede ser más o menos particular.

Así, uno construye su lugar de trabajo, sus labores, su casa, y hasta su habitación y la forma de arreglar su cama.

Es famosa la alquimia que se produce en la cocina, tan famosa a través de la historia, el proceso de “crear”, combinando ingredientes y a través del calor producir la mezcla de los condimentos y como resultado el aspecto, los colores, el sabor, el aroma.

El afán incansable de atrapar una imagen en el tiempo y así quedarnos a contemplarla, es casi como un capricho… la fotografía y esa sugerencia que nos hace, nos guiña el ojo, o nos conmueve.

La música, llegando a ser una debilidad muchos no conciben la vida sin ella, es casi como una droga y tan sugestiva que puede llegar a ser peligrosa.

La escritura y en ella el proceso de crear es para mí o tiene que ser como la música, tiene que transmitir no solo ideas sino que tiene que hacer sentir algo, encender una chispa tal ves… claro es un ideal como el de la luciérnaga enamorada de la luna, la cual nunca podrá alcanzar… pero se vale y claro, siempre se vale soñar…

En todo nuestro andar existe un proceso de creación… nuestra vida, y ese proceso dura toda la vida.

Para hacer una analogía a veces uno tiene un sueño cuando va creando un blog, y lo va escribiendo, y pone categorías, o “temas que va a desarrollar”, y así va escribiendo.

Por mi parte solo encontré hacerlo de la forma más libre posible, escribo de acuerdo a lo que voy pensando, lo que me inspira, también lo que me preocupa, y aunque parezca mentira, trato de hacerlo la mayoría de las veces de una forma impersonal.

Lo curioso es que los temas han ido creciendo a su antojo, tal ves de una forma que no planee. Pero creo que eso es lo bueno de este sistema, la capacidad que se tiene para organizar luego el material. Entonces cuando miro las palabras a la derecha veo más o menos los temas en los que me he interesado. Creo que en este sentido es bastante bueno tener un blog. Uno termina conociéndose un poco, dependiendo claro, de la sinceridad que le imprima.

Para mí lo importante es mantenerlo libre, o dejarlo libre, soltarlo… aunque uso categorías trato de no aferrarme a ellas.  Para mí el blog es un hobby, y como todo hobby cuando se imponen o se reglamentan horarios o temas, pierde la frescura y la diversión que debe representar para el que lo escribe, y se convierte en una carga. Por mi parte no me amarro a horarios, ni formas, no me gusta la rigidez o la estructura idéntica para todo, en mi caso es así… pues me aburriría terriblemente hacer todo igual. Otra cosa que he aprendido es que si lo disfrutas eso lo vas a transmitir en tus entradas. Por eso, mientras más flexible mejor. No digo que a otras personas no les funcione de otra manera.

Mi marco es el ave volando, ella lo encierra todo…

Hay otros detalles esenciales. Pero se mantienen así, sin mucha complicación. Son más bien nortes, referentes, o guías… Son la composición básica sin la cual lo demás no tendría punto de inicio, ni el proceso tendría un camino…

En total lo que quiero decir es que a veces definimos los proyectos y en el camino ellos van tomando su propia forma y hasta nos guían, y también nos describen, nos ayudan y mucho.

En fin, también es bueno tener siempre en cuenta que un proyecto refleja apenas un aspecto de nuestra personalidad, que puede ser una pincelada nada más, eso depende de la energía que le entreguemos. Y también de acuerdo a como se va desenvolviendo un proyecto, uno tiene el poder de reorientarlo, o dejarlo así…

Del perdón…

El perdón es una decisión, una actitud, un proceso y una forma de vida. Es algo que ofrecemos a otras personas y algo que aceptamos para nosotros. Todo el conocimiento del mundo vale poco si nuestro rencor sigue creciendo cada vez más que el comportamiento de un desconocido que nos recuerda nuestras relaciones no sanadas.

Pero, ¿De qué nos sirve conocernos a nosotros mismos, si lo usamos para avivar el odio que tenemos y el sentimiento de culpabilidad, que nos dicen que, a pesar de todos nuestros esfuerzos, jamás seremos capaces de ser, de hacer, ni de servir lo suficiente para ser dignos de nuestro amor propio?

El perdón, en mi perspectiva, supone aceptar de verdad nuestro propio merecimiento como seres humanos, entender que los errores son oportunidades para crecer, tomar conciencia y desarrollar la compasión, y comprender que la magnitud del amor por nosotros mismos y por los demás es el pegamento que mantiene unido al Universo.

El perdón es una respuesta, la respuesta implícita de nuestra existencia. El perdón es el medio para reparar lo que está roto. Coge el corazón roto y lo repara. Coge el corazón atrapado y lo libera. Coge el corazón manchado por la vergüenza y la culpa y lo devuelve a su estado inmaculado.

El perdón restablece en el corazón la inocencia que conocimos en otro tiempo, una inocencia que nos permite la libertad de amar.

Cuando perdonamos y somos perdonados, siempre se transforma nuestra vida. Las dulces promesas del perdón se cumplen y se nos ofrece un nuevo comienzo con nosotros mismos y con el mundo. El concepto del perdón puede provocar dos cosas: o bien imposibilitarnos, limitando nuestra capacidad para la claridad y la alegría, o bien animarnos, ofreciéndonos una manera de dejar el pasado y ser libres para vivir con mayor paz y felicidad.

Perdonar no es justificar comportamientos negativos o improcedentes, sean propios o ajenos. El maltrato, la violencia, la agresión, la traición y la deshonestidad son solo algunos de los comportamientos que pueden ser totalmente inaceptables.

Como todos sabemos, la rabia y el rencor son emociones muy fuertes que desgastan nuestra energía de muchas maneras. Cuando nos quitamos las capas, probablemente se descubrirá que esa rabia en realidad es un sentimiento superficial. No en el sentido que sea trivial o falso, sino en el de que hay muchos sentimientos y dinámicas por debajo de él. Cuando nos perdemos en la rabia nos volvemos sordos a nuestros sentimientos más profundos. Hemos aprendido a escuchar solo aquellos que saben gritar más fuerte.

Muchos creen que permanecer enfadados, aferrarse al rencor es sinónimo de poder, energía y dominio. Pero en realidad lo único que descubren son sentimientos de impotencia, desilusión, inseguridad, aflicción o miedo y los usan con frecuencia en sustitución de los sentimientos de verdadero poder personal.

A veces es mucho más cómodo sentir rabia que sentir el temor y la tristeza. De hecho, una razón por la que suele ser difícil perdonar es que para hacerlo se debe sacar a la luz y aceptar la verdad de lo que realmente sentimos.

Esto puede ser una revelación dolorosa si hemos aprendido a convivir con la negación y la represión. Sin embargo, se debe tratar de recodar que al otro lado del dolor está el alivio y una mayor paz mental. Cuando se lleva gran parte de la vida sintiéndose víctima,puede que halle una enorme resistencia a perdonar, porque al hacerlo renuncia a una buena parte de su identidad.

Perdonar no significa negar que se haya sido una víctima, quiere decir que el hecho de haberlo sido ya no domina necesariamente la identidad y la vida emocional actual.A medida que se vaya trabajando con el perdón, es importante tomar en cuenta los pensamientos que afloran y las reacciones. Si aparece el temor, la autocrítica, las dudas hay que ser amable consigo mismo.

Estos sentimientos son como una parte natural del proceso de cambio.

En realidad, ser amable consigo mismo es, de por sí, un gran acto de perdón para con uno mismo. Al margen de los pensamientos o sentimientos que surjan, afirma el compromiso de tratarse con amabilidad. Ser amable con uno mismo no significa que no ponga esfuerzo y voluntad, ni que se justifiquen pensamientos o comportamientos que se consideran impropios, sino que se puede aprender sin necesidad de azotarse la dureza con uno mismo y que alimenta un ciclo contraproducente que quita poder y favorece el sentimiento de culpa, falta de respeto y autoestima por uno mismo.

El perdón es una decisión, una actitud, un proceso y una forma de vida. Es algo que ofrecemos a otras personas y algo que aceptamos para nosotros. El perdón es una decisión, la de ver más allá de los límites de la personalidad de otra persona, sus miedos, idiosincrasias, neurosis y errores, la decisión de ver una esencia pura, no condicionada, por historias personales que tienen una capacidad ilimitada y siempre digna de respeto y amor.

Cada vez que se hace un cambio, debilitamos el monopolio del ego sobre nuestras percepciones y nos capacitamos para dejar marchar, liberar y olvidar el pasado.

El perdón suele experimentarse como un sentimiento de dicha, paz, amor y apertura del corazón, alivio, expansión, confianza, libertad, alegría y una sensación de estar haciendo lo correcto.

El perdón es una forma de vida que nos convierte gradualmente de víctima de nuestra propia circunstancia en poderosos y amorosos creadores de nuestra realidad. Supone un compromiso de experimentar cada momento algo nuevo, con claridad y sin temor. Es la desaparición de las percepciones que obstaculizan nuestra capacidad de amar.

Xicani.

Sumar, nunca restar.

“Si quieres irte lejos, ve solo. Pero si quieres llegar lejos, ve con alguien”. – Proverbio Africano

Son muchos los momentos, en que la vida te pone a prueba y te ocurren circunstancias, las cuales tienes que solventar y a la par analizar para que no te vuelvan a ocurrir. Siempre pienso en positivo en todo lo que concierne a mi vida cotidiana, a la vez que ganas años, tengo mas responsabilidades en mi vida y me lleva a analizar mucho más y con mas efectividad.

Me imagino que todos y todas pasamos por esa época, que cuando empiezas a tener familia, te planteas un futuro prospero y mejor, ya no para ti, sino para todos, sobretodo para tus hijos.

Cuando escribo estas lineas, siempre son pensamientos en alto, ya que no quiero dar lecciones a nadie, quiero compartir estas reflexiones desde mi experiencia, mi perspectiva en diferentes lances de mi vida, no me gusta aconsejar y si con esa forma de pensar, puedo apoyar a alguien, me llena de paz. No me considero ningún ejemplo para nadie, pero si una persona que puede aportar algo.

En estos momentos difíciles que vivimos, hay que hacer un gran esfuerzo para poder llegar a ponerse en la piel de miles de personas que están pasando por un situación crítica en su vida personal. Le puedes poner el nombre que quieras, desempleo, embargos, desesperación, hambre, necesidades básicas, etc…una gran lista de adjetivos negativos que a nadie nos gustaría estar en esa situación.

Quiero hacer una reflexión abierta y profunda, solamente hay que utilizar un poco de tiempo al día para pensar en los valores más importantes que nos hace ser humanos, gastar un  minuto de nuestro tiempo para quitarnos ese egoísmo que tenemos las personas a la hora de valorar nuestros bienes.

Hay personas en este mundo que no tienen ni agua, ya no para lavarse sino para beber que es lo importante, hay que educar desde nuestra casa, a las nuevas generaciones, a que valoren lo que tienen, lo más básico, lo que todas las personas de este mundo se merecen y algunas no lo tienen.

Debemos de volver a esos valores de antes, en los cuales si un miembro de tu familia estaba pasándolo mal, le invitabas a tu mesa, esos valores que nos han hecho personas sencillas y amigos de todos. Para eso siempre hay que sumar y nunca restar.

Personalmente tengo suerte de tener el apoyo de mi familia y de mis amigos, de estar en un momento de plenitud y paz, para estar al servicio. Quiero sumar con mis palabras, cualquier apoyo que se pueda hacer desde esta trinchera, una persona, o cualquiera que este pasando por un mal momento, o que no sepa a dónde mirar. Lo que escribo , lo escribo desde la convicción que si entre todos nos apoyamos y #TodosSomosUno, será más fácil salir de esta situación, porque lo que tengo claro es una cosa, todos nos merecemos una oportunidad en esta vida para ser felices.

Siempre hay que quedarse con lo positivo de las cosas, siempre hay que sumar y nunca restar.

¿O Usted qué opina?

Con cariño y gratitud:

Xicani.

El Sentido de la Vida

Dicen los “eudemonistas” (Concepto filosófico griego a lo que tiene que ver con la felicidad) que la felicidad es el fin último de nuestra existencia, y si esto es así, sabe vivir quien la busca allí donde puede encontrarla, y no sabe vivir quien la busca en otros sitios. Nosotros la buscamos en el dinero, el confort o el prestigio, y vivimos tristes porque ahí no la encontramos. Ya no cantamos en la calle, o en casa, porque tenemos demasiadas preocupaciones para cantar. Ya no disfrutamos de la vida, porque viajamos por ella agobiados por el peso de un equipaje descomunal compuesto a partes iguales de ambiciones y de miedos… y ésa no es forma de viajar.

Todos los días la televisión nos machaca la mente con la idea de que la felicidad se compra con dinero, y que cuanto mayor sea el precio que paguemos, mayor será nuestra felicidad. Que seremos más felices con un coche más grande, o realizando un viaje largo y exótico, o comprando el celular más caro, o yendo a un restaurante de etiqueta, o adquiriendo un artículo de marca… Y todo eso es mentira, pero muchos de nosotros lo creemos.

Entonces, dedicamos la vida a trabajar frenéticamente para tener esas cosas; nos cargamos de mil hipotecas, mil contratos, mil compromisos, mil apegos, y vivimos angustiados ante la perspectiva de que venga una ventolera que se lleve por delante lo que hemos conseguido con tanto esfuerzo… La vida es mucho más sencilla, y la felicidad, forzosamente, debe ser algo a lo que tenga acceso todo el mundo por igual.

Cuando van pasando los años y se adquiere una perspectiva más amplia de la vida, se cae en la cuenta de que las dos fuentes principales de felicidad son el contacto con la Naturaleza y el contacto con los demás. Hay otras fuentes, pero ni son gratuitas, como estas dos, ni están al alcance de todos. Ahora bien, cuando el ser humano decidió enclaustrarse en las ciudades, desarraigándose así del mundo natural, no sólo renunció a la primera de estas fuentes, sino que se produjo en él una carencia sustancial que ninguno de los placeres que ofrecen las grandes ciudades podrá jamás restituir.

Porque, confinados en un mundo artificial, hemos perdido la capacidad de emocionarnos al contemplar el horizonte al atardecer, de sentir la paz que produce el murmullo de una regata saltando entre hayas y rodeada de una alfombra roja de hojas caídas, o el susurro del viento en la copa de los árboles, o el cansancio físico de escalar una montaña, o la sensación incomparable de alcanzar la cima… Nos hemos vuelto incapaces de gozar cada mañana del milagro de la salida del sol, que nos calienta, que nos permite movernos sin tropezar; o de apreciar el regalo fabuloso del agua clara, que nos refresca, que sacia nuestra sed; o de sentirnos sobrecogidos ante la inmensidad del mar o del cielo estrellado, o ante el paisaje formidable de una cordillera cubierta de nieve…

Luego está el contacto con los demás. La felicidad puede ser algo tan simple como amar y ser amado, pero no es nuestra intención referirnos aquí al amor, ni siquiera la amistad, sino a la expresión más simple de las relaciones humanas, es decir, a la sensación cotidiana de encontrarse en la calle con personas llenas de empatía, cercanas, que con su simple actitud, generan gozo para sí mismas y para quienes les rodean. Deberíamos declararlas patrimonio de la humanidad, porque son portadoras de felicidad; porque nos marcan el camino para crear sin esfuerzo un mundo mejor…

Todo esto lo escribo porque, hace un año, comencé mi ciclo de conferencias, la cual lleva por titulo el nombre de esta columna, es una conferencia motivaciones, enfocada a la familia, en donde cuento “trozos de mi vida” y busco dejar un mensaje de unidad y de tomar acción en equipo. “La vida es aquí y ahora” “¡Sí se puede!”

Por ello, quizá la felicidad dependa de esas pequeñas cosas. Quizá sea algo que está en nuestro interior y se manifiesta siempre que no la sofocamos con nuestra torpeza. Quizás haya llegado el momento de desmantelar esa maraña de creencias bobas que la sociedad moderna nos propone y que nos impiden disfrutar de la vida. ¿O usted qué opina?

 Xicani.

Lo que somos…

Somos lo que somos en gran medida por aquellos que están a nuestro lado. Aquellos que de una u otra forma nos van moldeando. Y es un asunto sobre el cual no pensamos o nos damos cuenta. Creemos que somos algo por nosotros mismos y olvidamos los desvelos de una madre, las críticas de un padre que aunque toscas son como una lija que trata de pulir esas partes mal trechas que tenemos. Es en la adultez cuando uno aprende la importancia de aquellas palabras tan repetidas, y que quizá por la forma en que eran dichas eran rechazadas. No todos tienen la misma sutileza para decir las cosas. Ni todos la nobleza para aceptarlas.

Luego son las amistades quienes se acercan y van también colaborando en múltiples formas a ser lo que somos. Nos apoyó desde el maestro que con insistencia procuraba que aprendiéramos ese algo que nos daba, ese compañero herido que reclamo por alguna falta cometida, y son ellos los que seguían con esa lija en la mano, puliendo la piedra tosca que se duele al quitarle esas partes rústicas.

Después será el compañero o compañera de vida quien seguirá cada día tratando de lijar más la piedra, luego un hijo quizás… Pero en fin son los otros los que nos muestran una realidad que no podemos mirar en el espejo, nadie se ha visto a sí mismo en verdad como lo ve otro.

Es bueno aceptar de vez en cuando esa lija que busca pulir, ese amigo, amiga, padre, madre, pareja, hijo. Aun sin saberlo terminamos siendo lo que somos en gran parte gracias a ellos.

Son otros los que nos van moldeando, nos van puliendo no solo con lijas también con la delicadeza de una palmada en la espalda, una sonrisa, una mirada, unas palabras de preocupación, unas palabras de aliento, un silencioso aquí estoy para ti.

Hoy, quiero dar las gracias a todos aquellas personas, que han ido dejando huella en mi vida, desde mi familia, mamá, papá, hermana, hasta los grandes amigos, que se convierten en hermanos de vida, y hermanos de vida que se convierten en mentores y guías, porque, por ellos, es que he podido ser un canal de apoyo para aquellos que no encuentran el camino hacia la luz.

Todos ellos, han tejido las alas para comenzar mi vuelo, y para poder transmitir un mensaje de esperanza, tomando acción primero, para después compartirla con otros que la requieran.

A usted querido lector, que sin usted, no tendrían sentido estas lineas, y prácticamente, mi vida no tendría sentido.

Hoy, me siento pleno, seguro, ansioso de poder seguir aprendiendo de todos a mi alrededor, porque, para mí, todos los días son una lección de vida, por ello mi gratitud hacía la vida, hacia mi vida, por darme tanto.

Cuánto hay que dar gracias cada día por todo lo recibido desde la infancia, quizá es poco lo que retribuimos si nos damos cuenta.

“¡Gracias a la vida que me ha dado tanto!” (Violeta Parra)

Con gratitud y cariño:

Xicani.

Ruedas de Acero

Estimado lector, (a), lo saludo con gusto, en otra entrega más de esta columna semanal. Hoy, recordé una frase que de pequeño, me decían mis padres, tú tienes “ruedas de acero”
De pequeño, a raíz de mi discapacidad usaba un triciclo color verde, el cual, me permitía desplazarme a todos lugares. Recuerdo que todos los niños de mi edad, querían que me bajara para que jugaran con él. Yo les decía que no caminaba y que era para moverme, aunque no le miento, eso me hacia sentir “importante”.
Y es que, hoy le quiero hablar de una película que vi en la semana; se trata de, “The Theory Of Everything” (La Teoría del Todo) Una película biográfica, acerca del científico inglés, Stephen Hawking.
La cinta sigue la historia de vida de Stephen Hawking (Eddie Redmayne) desde que inicia sus estudios en Cambridge, dónde cambiaría la historia de la ciencia y la tecnología. No es una película documental dónde los llenarán de información sobre física teórica que nadie entendería, está basada en la novela Travelling to Infinity: My life with Stephen, de la ex esposa de Hakwing, Jane Wilde, quién es interpretada por Felicity Jones.
La película muestra el inicio de su relación, cómo ambos son amantes de sus campos de estudio (Hawking la física y Jane la poesía medieval). A diferencia de lo que muchos podrían pensar, Stephen Hawking no es un científico tímido con las mujeres, al contrario, utiliza su inteligencia para cautivar a Jane, aunque toda la felicidad que ambos planean a futuro se ve interrumpida cuando a la edad de 21 años él es diagnosticado con esclerosis lateral amiotrófica.

A partir de ese momento comienza una lucha personal en ambos personajes, le dan solo dos años de vida a Hawking y no sólo es la disyuntiva de permanecer juntos como pareja, sino que se ve implicado su trabajo del científico al ir perdiendo la movilidad poco a poco.
La historia está narrada desde el punto de vista de Jane, sin embargo la actuación de Eddie Redmayne refleja el tormento que sufre Hawking mientras su enfermedad avanza ; y en el momento en que ya está totalmente paralizado, la impotencia de estar encerrado en un cuerpo que no le permite expresarse de una manera normal, ni desarrollar su carrera. Redmayne es un deleite a la vista, en algún punto olvidas que estas viendo a un actor, el estudio que hizo de la personalidad de Hawking es impecable y los movimientos físicos son totalmente convincentes.
Esta cinta, me dejó muy reflexivo; primero por las extraordinarias actuaciones, mi ojo de cinéfilo quedó maravillado, pero la principal razón fue que me recordó que “El amor del alma dura para toda la vida”
En una escena de la película, hay una frase que marcó mi perspectiva de la “película de mi vida, “A veces nuestras dificultades superan nuestras capacidades de adaptación, nos llevan a sumirnos en nuestros afectos, a alejarnos de la realidad o a escapar de nuestros sentidos; Cuando esto ocurre siempre podemos recurrir a nuestras familias, amigos o a ayuda profesional para poder superar esto y poder lograr lo que nos propongamos.
El límite es el infinito, las grandes mentes son capaces de lo mejor y de lo peor, siempre que pongamos nuestro mayor empeño”
Hoy, le agradezco tanto a la vida por permitirme dejar un legado y un mensaje de esperanza. Decir fuertemente el significado de mi nombre, (Xicani) “sigo en pie”, para la gente que me escucha, principalmente, las personas que padecen algún tipo de discapacidad. A los jóvenes, que ven en una limitación el final de su vida. Yo, he visto mi discapacidad como un “plus” como cuando poner fortalezas y debilidades, para mi, mi discapacidad es mi mayor atributo, porque gracias a esto, puedo ser un canal de apoyo para muchas personas, mostrarles que se pueden tener amigos, familia, salir de fiesta, e incluso, como nos lo muestra la película, “tener una pareja y un amor de vida”
Por ello, celebro la vida, celebro poderle transmitir a usted mi vivencia, celebro y me siento honrado de tener “ruedas de acero”
 Xicani

Vuelo Libre

Estimado Lector. (a)

Es para mí un gusto reencontrarme a través de  esta columna, la cuál, tiene como intención mandar un mensaje positivo, y objetivo.

Hoy, le quiero hablar del significado de “volar”

A mi, desde pequeño, a raíz de mi discapacidad, las personas a mi alrededor me decían que tenía, “alas para volar”. Como buen niño, olvidé la frase.

 Más grande, me regalaron un libro extraordinario, que se convirtió en un parteaguas para mí, “Juan Salvador Gaviota”, una fábula, narrada en forma de novela, y está escrita por novelista y escritor estadounidense, Richard Bach.

 Juan Salvador, es una gaviota que vive pensando en cómo superarse, en cómo ser mejor y no conformarse con lo que hacen su propia familia y demás miembros de su comunidad, el busca poder volar más alto y no limitarse a un entorno en el que el resto de las gaviotas, parecen, sentirse muy cómodas.

Para conseguir ese propósito, aprende nuevas acrobacias, nuevas formas de volar, al fin y al cabo, lo que quiere es ser libre.

 Es un libro en el que la gaviota, viene a ser una representación de la sociedad, es decir si no sigues las reglas, no puedes pertenecer a ningún grupo, Richard Bach nos seduce con Juan Salvador y nos acicatea para que no abandonemos nunca nuestros sueños, que siempre persigamos nuestras metas a pesar de las objeciones y negatividad que se nos puedan presentar,  no tan solo con la sociedad a la que hacía referencia antes, sino que también con nuestro entorno más cercano.

 Gaviota buscaba la perfección, pero también la libertad, lo cual le permitió ser consecuente consigo mismo y sobre todo, ser feliz. Creo que de algún modo, los seres humanos buscamos un camino similar, no en el arte de volar que se nos ha sido negado, sino en esa búsqueda, a veces, inconsciente de la libertad, aceptándolas tal y como se presente.

 Como seres humanos que somos, llevamos la palabra “egoísmo” grabada en algún lugar de nuestras mentes, siempre predomina “el yo”, “a mi entender”, “en mi opinión”, nos centramos en sobresalir o ponernos por encima de los demás, cuando no dejamos de ser parte de esos mismos “demás”, por eso es tan importante aprender a “compartir”, si lo que he logrado aprender durante tantos años, puedo transmitirlo a otras personas y no guardarlo dentro de mí, como si de un tesoro se tratará, haremos que la sociedad siga el ejemplo, por desgracia a veces el enseñar solo va en una dirección.

 Juan Salvador Gaviota, me dejó la siguiente reflexión, que le quiero compartir a usted; Creo que todos debemos y tenemos que superarnos en la vida. no podemos quedarnos estancados en un sitio todo el tiempo. Si nos caemos, es nuestra responsabilidad volvernos a levantar. De nosotros depende nuestro futuro y el de nuestros hijos, por eso debemos trabajar para superarnos y aprender cada día más.

Para llegar al éxito, primero debemos ver el lado positivo de las cosas. Cuando nos equivocamos, tenemos que aprender de esa experiencia para poder crecer y para no volver a incurrir en el mismo error.

No podemos ahogarnos en en vaso de agua cada vez que tropecemos. Tenemos que seguir adelante y vivir siempre el presente. Tenemos que vencer el miedo y no podemos hacer caso de lo que digan los demás, cuando nos critiquen sobre nuestro constante intento de superarnos. No nos deben importar las burlas que nos hacen los demás, porque lo hacen por envidia y porque se sienten fracasados.

Sin embargo, siempre debemos perdonar a las personas que no creen en nosotros y debemos tratar de ayudarlos a entender que todo el mundo se puede superar si se lo propone. No podemos guardarle rencor a las personas que no creen en nosotros. Al contrario, tenemos que ayudarlos a comprender y enseñarles el significado de la perseverancia.

Las personas que se conforman con lo poco que logran son las llamadas mediocres. Estas personas nunca logran crecer ni superarse porque no se trazan metas y generalmente viven más en el pasado que en el presente. Estas personas se ahogan en un vaso de agua cuando tropiezan, no se quieren levantar cuando fracasan, y nunca llegan a realizarse por lo que se vuelven unos frustrados, porque no hacen sus sueños realidad.

Por todo esto, me di a la tarea, junto con un grupo de personas a dejar huella y a dejar el mensaje de Juan Salvador, de, “volar sin ataduras”. De esta forma, nace la Fundación Vuelo Libre, AC. Fundación, dedicada a brindar atención especializada para jóvenes con discapacidad adquirida.

Nace de un sueño conjunto de mexicanos, encabezados por; Yolanda López Gómez, como respuesta a la falta de equidad y cultura que existe en la falta de rehabilitación física y psicológica para jóvenes con discapacidad en México. Su sede se encuentra en el Estado de México y su ámbito de acción abarca tanto al Estado de México como la zona metropolitana.

Si usted, conoce a alguien que requiera de nuestro servicio, nos puede contactar en nuestra redes sociales: En Facebook, estamos como: Fundación Vuelo Libre AC y en Twitter, @VueloLibreAC y al correo electrónico: [email protected]

 Rompamos las barreras de la discriminación, y construyamos puentes de “inclusión” para ser una sociedad más justa y más humana volando como, Juan Salvador. ¡Vuelo Libre!

 Xicani.

Todos juntos

Estimado Lector, (a)

 Es un privilegio para mí, comenzar esta aventura en PilotziNoticias, un sitio de noticias, opinión y debate, libre, fresco y crítico.

 En esta primera intervención, me gustaría contarle brevemente, quién soy:

 Mi nombre es, Xicani, tengo 29 años. Soy Periodista de profesión, con una trayectoria de más de 7 años, en el fascinante y apasionante mundo de los Medios de Comunicación. Actualmente, colaboro para diversos medios electrónicos independientes, y soy director de xicani.com

 Soy Coach Ontológico y de Vida, Conferencista Motivacional & Activista, en pro de los derechos de las Personas con Discapacidad, y grupos vulnerables,

 Dicho esto, usted se preguntará, ¿Qué viene a aportar Xicani en una columna semanal?

 Mi idea, desde un principio que recibí la invitación a colaborar en este espacio, es dejarle un mensaje positivo, crítico y esperanzador, para la sociedad, y para usted. Y sí, usted me dirá, existen muchos “Motivadores” en los medios, sí, pero lo que yo busco comunicarle, es una visión crítica y digerible para usted, además de tener un “diálogo directo” para aportar y debatir ideas. Espero y me permita mostrarle una “nueva visión de la vida”.

 Hablando de “sociedades” con todo este remolino de acontecimientos que hemos tenido en los últimos meses, me gustaría hablar de nuestro papel como “individuos y sociedad” y es que, muchas personas, me han comentado que, es inútil que nosotros como sociedad, generemos un cambio en nuestro país y en nuestro entorno. Para mí, es al revés, si nosotros nos unimos como sociedad, podemos revertir de una manera sensata y limpia, muchas de las cosas que ocurren en nuestro país, y en el mundo.

 Para esto, cito un gran ejemplo: Mahatma Gandhi, famoso hindú, que sin una gota de sangre, apoyó a la independencia de su país, a manos de los ingleses.

 Por medio del poder de su pasión, Gandhi se recreaba a sí mismo a imagen y semejanza de los millones de seres desnudos hambrientos de la India, los más pobres, y cuando su “voz mi interior” le empujaba a ello, podía apelar a aquel ejército harapiento y desarmado, cuyo dolor él reflejaba y ampliaba en su limpio cuerpo desnudo, para que le siguiera, descalzo, por la Vía Dolorosa que llevaba a la libertad de la India.

 Y millones y millones de personas le seguían sin titubear, no como a un Moderno líder político, ni como a un príncipe nativo medieval o un maharajá marcial, sino como a su propio Mahatma, el «Alma Grande» de la India, el único título del que disfrutó en su vida ll i ii que su espíritu apasionado lo consideró excesivamente pasado y honorífico.

 Pienso que, si #TodosSomosUno como sociedad, y en “corresponsabilidad” podemos “generar un cambio de raíz, en nuestra sociedad. A mi, me preocupan dos cosas, “la clase política y “la sociedad”, sobre todo, el segundo punto.

 Me preocupa de sobremanera, que la misma sociedad, nos pongamos el pie, a costa de “avanzar” sobre los demás, me preocupa que la sociedad, nos enfrentemos unos a otros, por “partidos politicos” que sólo buscan votos, para seguir en “la cúpula del poder” ¿Y nosotros? ¿Dónde quedamos nosotros.

 Le invito a hacer esta reflexión, y a comenzar el cambio en su casa, o entorno de trabajo, desde un saludo, hasta una simple sonrisa, porque si, créame que una sonrisa, hace la diferencia, para dejar de ser “una sociedad rota” e ir ¡Todos Juntos!