“No te quedes inmóvil al borde del camino, no congeles el júbilo, no quieras con desgana, no te salves ahora, ni nunca, no te salves, no te llenes de calma, no reserves del mundo sólo un rincón tranquilo, no dejes caer los párpados pesados como juicios, no te quedes sin labios, no te duermas sin sueño…“

14 de septiembre de 1920. Nace Mario Orlando Benedetti Farrugia en Paso de los Toros, Uruguay. Tal vez el destino del hijo de Matilde Farrugia y Brenno Benedetti estaba escrito o tal vez fue el mismo Mario, con su inmesurable talento, quien compuso letra a letra lo que habría de depararle la vida.

Desde pequeño comenzó a escribir y no dejó de hacerlo hasta el final de sus días. Publicó más de ochenta libros; con sus versos, novelas, ensayos y cuentos Mario Benedetti logró hacer que el mundo viera el amor y la vida a través de los ojos de uno de los más ilustres escritores latinoamericanos.

En 1946 Benedetti se casó con quien fuera su amor, su cómplice y todo: Luz López Alegre.

En el año de 1973, un golpe de estado en su país lo llevó al exilio, alejándolo durante diez años de su tierra natal y de Luz, su esposa. “Nadie nunca te reemplaza y las cosas más triviales se vuelven fundamentales porque estás llegado a casa…” …y el poeta regresó a su entrañable Uruguay en 1983.

En una de sus obras más famosas el uruguayo reveló: “Mi táctica es quedarme en tu recuerdo, no sé cómo, ni sé con qué pretexto, pero quedarme en vos“.

Y gracias a sus poemas, la táctica de Benedetti funcionó.

lsmt