Nadie para el robo de combustibles

Split Financiero

Dentro del sector energético se empiezan a cuestionar las medidas tomadas por José Antonio González Anaya, en cuanto al combate de tomas clandestinas de ductos, delito que en este sexenio registra un aumento del 350 por ciento, al pasar de mil 620 a cinco mil 900 tomas en cuatro años, lo que significan más de 30 mil barriles diarios robados, o en dinero algo así como 25 mil millones de pesos anuales. El problema para atacar este delito de fondo radica por una parte en que la coordinación gubernamental ha sido ineficaz y morosa tanto por parte del gobierno federal, en donde juegan la SEGOB de Miguel Osorio Chong, la Sedena de Salvador Cienfuegos, la PGR de Arely Gómez y el propio Pemex, que no consideran este tema en su agenda de trabajo. Por la otra, el dialogo y trabajo en conjunto entre entidades federativas y Municipios es casi inexistente, ya que a pesar de que se tienen ubicadas las localidades en donde predomina este delito, como son los estados de Jalisco, de Aristóteles Sandoval; Guanajuato, de Miguel Márquez; Sinaloa, de Mario López Valdés; Tamaulipas, de Francisco Cabeza de Vaca; Puebla, de Rafael Moreno Valle; y Veracruz, todavía de Javier Duarte, el vacío de gobernabilidad en esta materia es enorme, donde dicen hay complicidad de los cuerpos policiacos con los mismos delincuentes. Un claro ejemplo de lo que debería ser el combate a la ordeña de ductos, es el actuar del gobierno de Colombia, que hoy lleva el nuevo Nobel de la Paz, Juan Manuel Santos, quien para atender el mercado ilícito de combustibles debería de analizar el caso de, la par de Pemex en la nación sudamericana, quien en conjunto con el Gobierno implementaron acciones concretas para un combate frontal. Se trata de la adecuación al marco jurídico para endurecer las penas por estos actos delictivos, así como la incorporación de tecnologías de punta que garanticen que los combustibles no sean adulterados o de procedencia ilícita, y vaya que el reto en México es enorme, pues actualmente operan más de 12 mil estaciones de servicio y se venden más de 129 millones de litros diarios, lo que nos coloca por arriba de países como Alemania, Italia, Chile, España, Francia, Argentina, Brasil y China. Ante el enorme problema y atraso en el combate a la ordeña de ductos, y ya bajo la batuta de González Anaya, se ponen en marcha algunos avances como la expedición de la Ley Federal para Prevenir y Sancionar los Delitos Cometidos en Materia de Hidrocarburos, en la cual se considera la implementación de dichas tecnologías, pero a la fecha la parálisis en el tema es evidente, lo que obliga a Pemex a subutilizar en casi 50 por ciento su capacidad de transporte de petrolíferos vía ductos.
Lo que resulta difícil de entender, sin descartar la presión del crimen organizado, es por qué Petróleos Mexicanos siendo aún monopolio en la logística y comercialización de los combustibles automotrices, no pone en marcha las medidas ya probadas en otras latitudes para combatir la adulteración y evitar la venta de combustible robado, acciones que sin duda se tendrán que tomar con la liberación del precio de las gasolinas en 2017.

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