El Papa Francisco autorizó por tiempo indefinido que todos los sacerdotes absuelvan a las mujeres del “pecado grave” del aborto.
En una carta apostólica, el Papa escribió: “para que ningún obstáculo se interponga entre la petición de reconciliación y el perdón de Dios, de ahora en adelante concedo a todos los sacerdotes, en razón de su ministerio, la facultad de absolver a quienes hayan procurado el pecado de aborto”.
Y agregó: “cuanto había concedido de modo limitado para el período jubilar, lo extiendo ahora en el tiempo”.
Sin embargo, explicó: “quiero enfatizar con todas mis fuerzas que el aborto es un pecado grave, porque pone fin a una vida humana inocente. Con la misma fuerza, sin embargo, puedo y debo afirmar que no existe ningún pecado que la misericordia de Dios no pueda alcanzar y destruir, allí donde encuentra un corazón arrepentido”.
En 2015 el sumo pontífice permitió a todos los sacerdotes otorgar esa absolución durante el Año Santo, del 8 de diciembre de 2015 al 20 de noviembre de 2016. Ahora la autorización es permanente.
El pontífice pidió que cada sacerdote “sea guía, apoyo y alivio a la hora de acompañar a los penitentes en este camino de reconciliación especial” para las fieles que tuvieron abortos.
Las palabras del Papa aplican también a los que participan de un aborto como los médicos y enfermeras.
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