La exposición a contaminantes como el ozono y las partículas ultrafinas (PM2.5) aumenta el riesgo de padecer Alzheimer, Parkinson y otros problemas neurodegenerativos.
Al entrar al cuerpo esos contaminantes viajan a todos y cada uno de los órganos con lo que se producen lesiones importantes en el cerebro y otras áreas porque rompen las membranas protectoras.
Un estudio realizado durante 10 años en Ontario, publicado el 4 de enero en la revista The Lancet, establece que quienes viven cerca de áreas con alto tráfico vehicular tienen más riesgo de padecer Alzheimer, otras demencias y Parkinson.
Otro estudio elaborado en Taiwán demostró la correlación entre esas enfermedades y los ambientes contaminados al haber neuroinflamación sistémica.
A su vez en México un estudio demostró que la población joven residente en la capital del país tiene inflamación sistémica y problemas para aprender.
También factores como la nutrición, el peso, la talla y el género influyen en el aumento de riesgo para tener enfermedades de ese tipo.
Las mujeres son más propensas a problemas de tipo cognitivo y Alzheimer.
MiHeL