A dos semanas del inicio de Donald Trump…

Hemos visto desde el 20 de enero pasado, cuando tomó protesta como el 45º Presidente de Estados Unidos, cómo Donald Trump ha generado mucha incertidumbre en el ambiente internacional y, desde luego, teniendo a México como un principal actor en el proceso de revisión de temas como el Tratado de Libre Comercio de América del Norte, la migración e inseguridad, así como la firma para iniciar la construcción del muro entre la frontera de Estados Unidos con México.

Ya retiró a Estados Unidos del TPP dando la oportunidad a que China pueda tomar el liderazgo para fortalecer su comercio exterior abriendo espacios muy probablemente hacia su economía interna.

Dio pasos para la deportación de indocumentados, la eliminación del Obamacare; aunque no ha ofrecido una propuesta alternativa, firmó documentos para la construcción de oleoductos, también para reducir la regulación financiera, a lo que importantes personajes de la economía internacional como Mario Draghi, titular del Banco Central Europeo, que ha manifestado que desregular a la industria financiera podría “sembrar” la semilla de la próxima crisis financiera mundial. “Es potencialmente peligroso una regulación laxa”.

Varias de ellas se dieron como “órdenes ejecutivas” que no pasan por el Congreso, exhibiendo la forma de actuar desde que era precandidato. Busca cumplir y satisfacer a su base electoral.

También se dio la noticia de nuevas sanciones para Irán después de que este país realizó pruebas balísticas. Hasta ahora se dirige a individuos y empresas ligadas a Irán de naciones como China, Líbano y Emiratos Árabes Unidos. Rusia hizo pronunciamientos en contra. Ello puede generar un enfriamiento en las relaciones de estos países que aparentemente mejoraría con Donald Trump.

Así, vemos que la política interna y externa llevará varios meses de “golpeteo” hacia naciones y de manera interna con instituciones, estados o personajes de renombre que se están viendo afectados o amenazados.

Por lo pronto, hay quien considera que, en el tema económico, será difícil de implementar en este 2017, la baja en impuestos a personas físicas y morales. Es más probable que lo haga con visión a 2018. La Fed, que mantuvo sin cambio la tasa de interés en su reunión de febrero, podría iniciar el ciclo de alza en marzo o junio cuidando quizá el tema del “techo de endeudamiento” que a mediados de marzo deberá definirse.
Mientras tanto en México…

Seguimos viendo un ambiente tenso. Moody’s continúa insistiendo, y con razón, de que la deuda del Gobierno federal aumentó más de lo esperado en 2016 y un débil crecimiento de la economía en 2017 podría de nuevo llevar a un deterioro de la relación deuda/PIB, que se ubicó en 2.9% en su último dato.

A esta situación, en donde el Gobierno federal deberá de seguir implementando medidas de austeridad, hay que sumarle la inestabilidad que genera la incertidumbre de cómo será la realidad de la nueva relación bilateral entre nuestro país y Estados Unidos y, además, la baja confianza que existe del consumidor e inversionista privado.

El peso mexicano logró reaccionar 7.5% desde sus niveles máximos en 22.05. Sin embargo, estamos viendo que cualquier comentario o evento por mínimo que sea y suene hacia nuestra economía, se generan reacciones de alza. El lunes pasado, en feriado nuestro y el día de ayer, el peso repuntó 1.5% regresando a niveles cercanos a 20.60.

Es probable que los mínimos estén muy cerca y de nuevo se inicie un proceso de acumulación para retomar su tendencia de alza. Así vendrían en consecuencia riesgos sobre aumentos adicionales en la gasolina, en la inflación y en las tasas de interés por el Banxico.

@1ahuerta

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