Vuelo Libre

Estimado Lector. (a)

Es para mí un gusto reencontrarme a través de  esta columna, la cuál, tiene como intención mandar un mensaje positivo, y objetivo.

Hoy, le quiero hablar del significado de “volar”

A mi, desde pequeño, a raíz de mi discapacidad, las personas a mi alrededor me decían que tenía, “alas para volar”. Como buen niño, olvidé la frase.

 Más grande, me regalaron un libro extraordinario, que se convirtió en un parteaguas para mí, “Juan Salvador Gaviota”, una fábula, narrada en forma de novela, y está escrita por novelista y escritor estadounidense, Richard Bach.

 Juan Salvador, es una gaviota que vive pensando en cómo superarse, en cómo ser mejor y no conformarse con lo que hacen su propia familia y demás miembros de su comunidad, el busca poder volar más alto y no limitarse a un entorno en el que el resto de las gaviotas, parecen, sentirse muy cómodas.

Para conseguir ese propósito, aprende nuevas acrobacias, nuevas formas de volar, al fin y al cabo, lo que quiere es ser libre.

 Es un libro en el que la gaviota, viene a ser una representación de la sociedad, es decir si no sigues las reglas, no puedes pertenecer a ningún grupo, Richard Bach nos seduce con Juan Salvador y nos acicatea para que no abandonemos nunca nuestros sueños, que siempre persigamos nuestras metas a pesar de las objeciones y negatividad que se nos puedan presentar,  no tan solo con la sociedad a la que hacía referencia antes, sino que también con nuestro entorno más cercano.

 Gaviota buscaba la perfección, pero también la libertad, lo cual le permitió ser consecuente consigo mismo y sobre todo, ser feliz. Creo que de algún modo, los seres humanos buscamos un camino similar, no en el arte de volar que se nos ha sido negado, sino en esa búsqueda, a veces, inconsciente de la libertad, aceptándolas tal y como se presente.

 Como seres humanos que somos, llevamos la palabra “egoísmo” grabada en algún lugar de nuestras mentes, siempre predomina “el yo”, “a mi entender”, “en mi opinión”, nos centramos en sobresalir o ponernos por encima de los demás, cuando no dejamos de ser parte de esos mismos “demás”, por eso es tan importante aprender a “compartir”, si lo que he logrado aprender durante tantos años, puedo transmitirlo a otras personas y no guardarlo dentro de mí, como si de un tesoro se tratará, haremos que la sociedad siga el ejemplo, por desgracia a veces el enseñar solo va en una dirección.

 Juan Salvador Gaviota, me dejó la siguiente reflexión, que le quiero compartir a usted; Creo que todos debemos y tenemos que superarnos en la vida. no podemos quedarnos estancados en un sitio todo el tiempo. Si nos caemos, es nuestra responsabilidad volvernos a levantar. De nosotros depende nuestro futuro y el de nuestros hijos, por eso debemos trabajar para superarnos y aprender cada día más.

Para llegar al éxito, primero debemos ver el lado positivo de las cosas. Cuando nos equivocamos, tenemos que aprender de esa experiencia para poder crecer y para no volver a incurrir en el mismo error.

No podemos ahogarnos en en vaso de agua cada vez que tropecemos. Tenemos que seguir adelante y vivir siempre el presente. Tenemos que vencer el miedo y no podemos hacer caso de lo que digan los demás, cuando nos critiquen sobre nuestro constante intento de superarnos. No nos deben importar las burlas que nos hacen los demás, porque lo hacen por envidia y porque se sienten fracasados.

Sin embargo, siempre debemos perdonar a las personas que no creen en nosotros y debemos tratar de ayudarlos a entender que todo el mundo se puede superar si se lo propone. No podemos guardarle rencor a las personas que no creen en nosotros. Al contrario, tenemos que ayudarlos a comprender y enseñarles el significado de la perseverancia.

Las personas que se conforman con lo poco que logran son las llamadas mediocres. Estas personas nunca logran crecer ni superarse porque no se trazan metas y generalmente viven más en el pasado que en el presente. Estas personas se ahogan en un vaso de agua cuando tropiezan, no se quieren levantar cuando fracasan, y nunca llegan a realizarse por lo que se vuelven unos frustrados, porque no hacen sus sueños realidad.

Por todo esto, me di a la tarea, junto con un grupo de personas a dejar huella y a dejar el mensaje de Juan Salvador, de, “volar sin ataduras”. De esta forma, nace la Fundación Vuelo Libre, AC. Fundación, dedicada a brindar atención especializada para jóvenes con discapacidad adquirida.

Nace de un sueño conjunto de mexicanos, encabezados por; Yolanda López Gómez, como respuesta a la falta de equidad y cultura que existe en la falta de rehabilitación física y psicológica para jóvenes con discapacidad en México. Su sede se encuentra en el Estado de México y su ámbito de acción abarca tanto al Estado de México como la zona metropolitana.

Si usted, conoce a alguien que requiera de nuestro servicio, nos puede contactar en nuestra redes sociales: En Facebook, estamos como: Fundación Vuelo Libre AC y en Twitter, @VueloLibreAC y al correo electrónico: [email protected]

 Rompamos las barreras de la discriminación, y construyamos puentes de “inclusión” para ser una sociedad más justa y más humana volando como, Juan Salvador. ¡Vuelo Libre!

 Xicani.

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