La empresa alemana Bosch está en un proceso de transformación que se concentra en la interconectividad, en el “internet de las cosas”, en el automóvil inteligente, y en combustibles más limpios, declaró el presidente de ese consorcio, Volkmer Denner.

“Están cambiando los modelos de negocios, los productos, el mundo laboral. Solo defender la permanencia en la vanguardia de los negocios que nos son conocidos, ya no basta. Tenemos que ponernos a la vanguardia de lo nuevo”, indicó.

La empresa se dirige hacia nuevos ámbitos tecnológicos en el marco de la revolución industrial 4.0, que tiene lugar a nivel mundial, además, pretende crecer en 2017 más rápido que los mercados que le son relevantes y ponerse a la cabeza de la tecnología de la conectividad.

La transformación en la que Bosch está inmerso está relacionada con el cambio del entorno que rodea al hombre en la actualidad, que se refleja en dos sectores fundamentales.

En lo económico, el consorcio continuó en 2016 su trayectoria de crecimiento a pesar de los efectos cambiarios negativos y de una situación mundial con conflictos. Las ventas subieron de 70.6 millardos a 73.1 millardos de euros a pesar de esos escollos.

El pronóstico de crecimiento para Bosch en 2018 es moderado con un 2.8 por ciento, pero sin poder hacer pronósticos realmente exactos porque las condiciones marco en el mundo generan en la actualidad mucha incertidumbre, declaró el alto ejecutivo.

Bosch tiene la visión de crear un automóvil que se convierta en un nuevo espacio de vida para el conductor, en el que no tiene que hablar para emitir órdenes, sino que la cámara empotrada en el volante reconoce sus gestos y “se da cuenta” de que el conductor quiere que el auto se mueva solo, o que esta vez quiere conducir.

Los ejecutivos de Bosch informaron que tienen unos 40 mil ingenieros y desarrolladores que trabajan para el consorcio en todo el mundo, una cifra que nunca antes había alcanzado. El objetivo es la generación de nuevas tecnologías y de nuevos modelos de negocios.

NTX/JCD