EI reivindica incendio en casino de Filipinas; suman 35 muertos

Al menos 35 personas murieron por asfixia en la capital de Filipinas después de que un atacante incendiara un complejo de casinos y hotel en un hecho que según la Policía tuvo motivación criminal y no terrorista.

Pese a ello, la milicia del autodenominado Estado Islámico (EI) se atribuyó el ataque. Además hay 78 heridos que consiguieron huir del Resorts World Manila, muchos de ellos saltando por la ventana, cuando el sospechoso, que se cree era extranjero y murió durante el ataque, abrió fuego con un rifle M4 y prendió fuego a las mesas de juego y las alfombras.

Entre los heridos se encuentra incluso una mujer miembro del equipo de seguridad que se disparó a sí misma a causa del pánico, indicó la Policía. Los cadáveres fueron encontrados varias horas después en el segundo y tercer piso. Debido al fuego el humo era tan intenso que los equipos de rescate al principio no podían entrar en el edificio.

El hombre enmascarado entró cerca de la medianoche del jueves y comenzó a disparar pero al parecer no contra las personas sino contra televisores y pantallas. Luego inició el terrible incendio. El casino se encuentra a unos dos kilómetros y medio del aeropuerto internacional de Manila y abrió al público en 2009. El lema de los carteles con los que se publicita es “A larger than life experience” (una experiencia mayor que la vida).

Johnny Ordanza, crupier en una de las mesas, fue uno de los testigos, “acababa de repartir las cartas cuando vi a ese hombre prendiéndole fuego a las mesas. Todos salieron corriendo”, cuenta. En aquel momento se encontraban en el casino de 30 mil metros cuadrados más de mil personas.

Magdalena Ramos, que había bajado a la primera planta para jugar al bingo, sigue buscando a una amiga. La última vez que habló con ella fue por teléfono. Su amiga le contó que se encontraba en el baño escondida. “Me dijo que iba a apagar el teléfono para que él no lo oyera sonar”, explica. Desde entonces no ha vuelto a dar señales de vida.

Por ahora se sabe que entre las víctimas mortales, que murieron asfixiadas y que no presentan heridas de bala, se encuentran cuatro tailandeses y la mujer de un legislador filipino.

El director ejecutivo del resort, Stephen Reilly, especificó que 22 de las víctimas eran clientes y 13 empleados. “Los miembros del equipo de seguridad de Resorts World Manila confirman que pudieron disparar y herir al sospechoso, que acabó encerrándose en una habitación y se quitó la vida”, dijo.

“Tenía una herida en la cabeza y estaba muy quemado”, dijo el jefe de Policía de Manila, Oscar Albayalde. “Creemos que se roció el cuerpo con gasolina, se envolvió con una manta y se prendió fuego. Después se disparó en la cabeza antes de arder completamente”.

Muchos de los que estaban en el lugar pensaron que se trataba de un ataque de varios yihadistas armados y entraron en pánico.

En Filipinas, un país de mayoría católica, el gobierno combate desde hace años contra rebeldes musulmanes.

La milicia terrorista Estado Islámico reivindicó el ataque en Internet. Sin embargo, el jefe de Policía del país, Ronald dela Rosa, destacó que “no se trató de un acto terrorista”. “Es obra de un desequilibrado. Puede que fuera un adicto al juego que perdió todo su dinero y se volvió loco”, dijo por su parte Albayalde en la emisora de radio DZBB.

Uno de los indicios en contra del EI es precisamente que no parece haber intentado matar a la mayor cantidad de gente posible. Según indicaron los agentes, en la mochila del fallecido se encontraron fichas de juego robadas por valor de dos millones de euros.

Hace una semana, el presidente Rodrigo Duterte impuso la ley marcial en Mindanao, una isla en el sur del país con más de 20 millones de habitantes y el Ejército filipino lucha contra los rebeldes yihadistas en la ciudad de Marawi.

Desde el martes de la semana pasada ya han muerto 180 personas. Los yihadistas sostienen que tienen retenidas a varias decenas de civiles en esta localidad. Mientras tanto, varias decenas de miles de ciudadanos han huido de sus casas.

El portavoz presidencial, Ernesto Abella, describió el ataque de Manila como “un incidente aislado relacionado con un robo” y aseguró que la seguridad de la población es la principal preocupación del gobierno.

agencia/jcd

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