Explosión en mezquita de Herat deja siete muertos

Al menos siete personas murieron y otras 16 resultaron heridas en un ataque explosivo cerca de la Gran Mezquita de la occidental ciudad afgana de Herat.

El atentado, al parecer perpetrado por un atacante suicida a bordo de una motocicleta y del cual se deslindó por completo la insurgencia del Talibán, se registró alrededor de las 15:00 horas locales (10:30 GMT), cerca de la entrada principal de la mezquita de Jama ubicada en la ciudad de Herat, que data del siglo XII.

El portavoz del gobierno en la provincia homónima de Herat, Jailani Farhad, confirmó en declaraciones a la agencia Pajhwok Afghan News (PAN) la muerte de siete personas y 16 heridos -dos de ellos de gravedad- por el estallido.

De acuerdo con versiones de varios testigos, citados por la agencia informativa afgana, el ataque fue perpetrado por un terrorista suicida a bordo de una motocicleta, que condujo hasta la que se conoce como Gran Mezquita de Herat.

El vocero de la Policía local, Abdul Ahid Wali Zada, dijo por su parte que la bomba fue plantada en una moto-taxi, que detonó cerca de la mezquita y a poca distancia de una estación policial.

“El número de muertos puede ir en ascenso”, subrayó, tras confirmar que muchos de los heridos están en estado crítico.

El Ministerio del Interior informó en un comunicado sobre el atentado de esta tarde en Herat, el cual, afirmó, por ahora ningún grupo se ha adjudicado su autoría.

“Nadie de manera individual o grupo insurgente, incluyendo a los insurgentes talibán, se han reivindicado hasta ahora el incidente”, indicó, en alusión al remanente del Movimiento Talibán, que suele cometer acciones como las de este martes en Herat.

En un comunicado, el portavoz del Talibán, Qari Yousuf Ahmadi, rechazó de manera tajante la participación del grupo militante en el incidente y afirmó que fue perpetrado por sus “enemigos” que están tratando de difamar al grupo mediante la realización de este tipo de ataques.

El atentado se registró poco después de que el presidente de Afganistán, Ashraf Ghani, llamó al Talibán al diálogo, al inicio de una cumbre sobre la seguridad en Kabul, en la que participaron representante de 23 naciones, la Unión Europea (UE), Naciones Unidas (ONU) y la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN).

El Movimiento Talibán, que proclama el extremismo religioso islámico, llegó al poder en Afganistán en 1996 e impuso una de las más estrictas interpretaciones de la Sharia (Ley Islámica), que se hizo famosa internacionalmente por el maltrato a las mujeres.

Bajo el régimen del Talibán, las afganas se vieron obligadas a usar la burka, una túnica que las cubre de cabeza a pies y sólo tiene una abertura a la altura de los ojos, tenían prohibido trabajar y recibir educación después de los ocho años, salvo para el estudio del Corán.

El régimen fue derrocado tras la invasión de Estados Unidos a fines de 2001, luego de los atentados del 11 de septiembre contra las Torres Gemelas, orquestado por el líder de Al Qaeda, Osama Bin Laden, quien en ese entonces se refugiaba en Afganistán, protegido por el Talibán.

Sin embargo, un remanente insurgente sigue activo en el país, incluida la capital y ha perpetrado un sinnúmero de ataques armados, secuestros y atentados explosivos, con coches bomba y atacantes suicidas.

De acuerdo con la Misión de las Naciones Unidas de Asistencia en Afganistán (UANAMA), el número de víctimas civiles por la detonación de artefactos explosivos en Afganistán ascendió a 218 muertos y 132 heridos durante los primeros tres meses del año.

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