El mundo debe acelerar el ritmo del progreso si pretende cumplir con la agenda del desarrollo sostenible, cuya aspiración principal es erradicar la pobreza extrema en el mundo para el año 2030, de acuerdo con un informe emitido hoy por la ONU.
Difundido en el marco de las sesiones para revisar avances nacionales y regionales respecto de la consecución de los Objetivos de Desarrollo Sostenibles (ODS), el documento indicó que los progresos registrados hasta ahora son insuficientes para cumplir plenamente con estas aspiraciones.
Presentado por el secretario general de la ONU, Antonio Guterres, el informe señaló que si bien se han logrado progresos en el último decenio en todas las esferas del desarrollo, el ritmo “ha sido insuficiente y los avances han sido desiguales para cumplir plenamente con la aplicación de los ODS”.
“Este informe muestra que la tasa de progreso en muchas áreas es mucho más lenta de lo necesario para alcanzar los objetivos hacia 2030”, expresó Guterres.
El documento estableció que mientras que cerca de mil millones de personas han escapado de la extrema pobreza desde 1999, alrededor de 767 millones seguían en la pobreza en 2013, la mayoría de los cuales vivían en situaciones de vulnerabilidad.
Asimismo, en 2016 se estimaba que 155 millones de niños menores de cinco años tenían retraso en el crecimiento para su edad.
Entre 2000 y 2015, la tasa mundial de mortalidad materna disminuyó en 37 por ciento y la tasa de mortalidad de menores de cinco años disminuyó en un 44 por ciento, pese a lo que 303 mil mujeres murieron durante el embarazo y parto, y 5.9 millones de menores de cinco años murieron en 2015.
De 2015 a 2016, además, la asistencia oficial para el desarrollo aumentó 8.9 por ciento en términos reales a 142 mil millones de dólares, alcanzando un nuevo máximo. Sin embargo, la ayuda bilateral a los países menos adelantados disminuyó 3.9 por ciento en términos reales.
Los beneficios del desarrollo no se comparten por igual, de acuerdo con el documento. En promedio, las mujeres gastaron casi el triple de tiempo en el trabajo no remunerado doméstico y de cuidado que los hombres, sobre la base de datos de 2010-2016.
Mientras tanto, las pérdidas económicas derivadas de las catástrofes naturales alcanzan ahora un promedio de entre 250 mil y 300 mil millones de dólares anuales, con un impacto desproporcionado en los países pequeños y vulnerables.
A pesar de que la tasa de desempleo mundial cayó del 6.1 por ciento en 2010 al 5.7 por ciento en 2016, los jóvenes tenían casi tres veces más probabilidades que los adultos de estar sin trabajo.
En ese sentido, en un informe emitido este lunes por separado, el Instituto de Desarrollo de Ultramar (ODI) concluyó que de los 44 países que esta semana presentan ante la ONU su informe de avances sobre los ODS, sólo 25 están listos para cumplir la meta central de erradicar la pobreza extrema.
Romilly Greenhill, autora del documento e investigadora principal de ODI, declaró que aunque es alentador que más de la mitad de los países que presentan informes en la ONU están en vías de cumplir sus compromisos resulta preocupante que otros acusan rezagos sustanciales.
“Estos ambiciosos objetivos no se cumplirán si se continúa dejando atrás a los más pobres y marginados, por lo que es vital que todos los países tengan la información, las políticas y el financiamiento necesarios para poder alcanzar a las personas más rezagadas”, opinó Greenhill.
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