¿Por qué se seguirá debilitando el dólar?

En el análisis de los mercados financieros, siempre dinámicos, nunca hay una conclusión que sea perpetua. Se lo digo porque en este espacio le hemos advertido que el dólar eventualmente podría inflarse en burbuja, y así lo seguimos viendo.

Sin embargo, la realidad es que en el corto y mediano plazos, las condiciones se siguen alineando para un abaratamiento mayor del billete verde, debido sobre todo a factores externos.

Entre ellos cuente primero que nada, el tono de la presidenta de la Reserva Federal (Fed), Janet Yellen, quien ha insinuado que las tasas de interés en Estados Unidos sí podrían seguir al alza –lo que sería malo para el peso-, pero que la velocidad de esos incrementos será muy lenta.

Se espera que si acaso la Fed eleve una vez más los tipos de interés hasta diciembre, lo que contribuye a tener un margen importante de tiempo para que el peso se pueda fortalecer más.

Por cierto, algunos bancos centrales importantes comenzarán sus propios procesos de ‘normalización’ de sus políticas monetarias. El Banco de Canadá ya empezó la semana pasada subiendo su tasa objetivo a ¾ de punto, y se anticipa que revisen de forma gradual sus políticas otras autoridades monetarias como el Banco de Inglaterra y el mismo Banco Central Europeo. Esto también aportará al debilitamiento relativo del dólar.

De modo que la fortaleza reciente del peso, no es casualidad. Al cierre de este artículo ya ningún banco vende dólares a más de 18 pesos, y estamos muy lejos de las 22 unidades que se alcanzaron en enero pasado.

Hay que poner atención al 20 de septiembre, porque la Fed es posible que anuncie que comenzará a retirar liquidez de dólares en el mercado reduciendo el tamaño de su hoja de balance, lo que podría hacer que de manera temporal el tipo de cambio se presionara conforme nos acerquemos a esa fecha.

Pero hay además otras circunstancias que se prevé continúen fortaleciendo al peso, como las dificultades que enfrenta el plan fiscal de Trump, y un factor local: la abultada repatriación de capitales de mexicanos que tienen inversiones en el extranjero.

En enero el presidente Peña Nieto anunció un programa de estímulo fiscal a quienes retornaran capitales que no hayan sido declarados, y las ganancias que generaron, al 31 de diciembre de 2016. Ese programa concluiría este miércoles 19 de julio.

El beneficio consiste en una tasa preferencia de 8 por ciento de Impuesto Sobre la Renta (ISR), y la condonación de multas y recargos por no declarar esos recursos.

Por fortuna el presidente anunció el viernes pasado una prórroga para este programa hasta el 19 de octubre.

Ese retorno de capitales a México ha sido muy exitoso. Según información del Servicio de Administración Tributaria (SAT), a su corte más reciente se han repatriado un total de 82 mil 500 millones de pesos. Tan solo el viernes, ante la cercanía el vencimiento del beneficio fiscal el miércoles –antes de que se conociera la prórroga-, se recibieron 6 mil millones de pesos, según el jefe de esa dependencia.

Todo lo anterior se trata sin duda de buenas noticias que serán transitorias para México. Aun así, la recomendación para los inversores sigue siendo que sus ahorros NO los mantengan en pesos, porque a la larga perderán valor.

Aproveche estas bajas del dólar mejor para comprar barato, y proteger así de mejor manera su poder adquisitivo, sin dejar de lado otros activos muy importantes que no pueden faltarte en su portafolio como oro, plata y Bitcoin (para una mejor diversificación). Las ofertas que se siguen presentando en esos mercados son para no dejarlas pasar, porque podrían no volver jamás.

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