Coberturas cambiarias, ¿éxito o fracaso?

Ya a principios de septiembre pasado le comentamos en el artículo ‘Manténgase alejado del peso’, que habría que mantenerse muy atentos al tipo de cambio frente al dólar, que esta semana tocó un nuevo máximo que no se veía desde mayo, al ubicarse por arriba de los 19.24 pesos en el mercado interbancario.

La situación cambió de manera temporal ayer, con el anuncio de la Comisión de Cambios –que preside el Secretario de Hacienda- de que Banxico  aumentaría las subastas de coberturas cambiarias liquidables en moneda nacional por diferencias, de 1 mil millones de dólares (mdd) a 4 mil mdd con cargo al programa originalmente anunciado de 20 mil mdd.

El objetivo, según la propia Comisión es “propiciar un funcionamiento más ordenado del mercado cambiario de nuestro país.”

En este espacio no estamos de acuerdo con que el gobierno –que es quien toma estas decisiones y no el banco central con base en su autonomía- le ‘meta mano’ al mercado cambiario porque lejos de ponerle ‘orden’, lo distorsiona.

La pregunta entonces es, ¿serán exitosas estas subastas reforzadas? La respuesta es depende. Si se mira el resultado de corto plazo, sí tuvieron éxito. El tipo de cambio cayó de 19.25 a 19.06 tras conocerse el anuncio. Al cierre de este artículo la cotización está alrededor de este último nivel.

No obstante, viendo el ‘bosque’ y no sólo el árbol, la realidad es que las subastas serán como una cubetada en el océano que no detendrá la tendencia mayor del peso hacia la depreciación.

La razón es que los factores, sobre todo externos, que han provocado esa depreciación este año siguen ahí.

¿A qué nos referimos? Son varias circunstancias, como el justificado nerviosismo que hay por las negociaciones del TLCAN, al que se suman otras como las tensiones geopolíticas por la belicosidad del gobierno de Corea del Norte, y hasta la expectativa de que en diciembre próximo, la Reserva Federal de EU eleve las tasas de interés.

Y es que mire, a los inversionistas y especuladores les pone nerviosos la posibilidad de que en uno de sus arrebatos, el presidente Trump, decida denunciar el TLC, lo que implicaría el inicio de su posible cancelación. Si eso ocurriera, es previsible que al menos de manera temporal, algunas decisiones de inversión extranjera en el país se detuvieran mientras el Senado estadounidense, confirma o rechaza la decisión.

Anoche se supo que ante legisladores de su partido, Trump admitió que quiere denunciar el TLCAN para presionar a Canadá y México, para que durante los siguientes seis meses, acepten sus condiciones. Les pidió confianza de que con ello logrará su propósito de reducir el déficit comercial de EU con nuestro país. Así que Trump, a menos que reculara de último momento –para lo cual hay que aumentar aún más la presión local e internacional sobre él- si planea recurrir a la denuncia del acuerdo.

Por fortuna no la tiene tan fácil y enfrenta mucha oposición allá también.

Como quiera, el punto es que los participantes en el mercado se dejan llevar más por las emociones que por la razón, y ante la incertidumbre, es previsible que sigan aumentando la demanda de dólares, y con ello, presionen más al alza el tipo de cambio con todo y las coberturas.

Algo similar ocurre con las tensiones geopolíticas: los inversores venden monedas que consideran de mayor riesgo y buscan refugio en divisas más sólidas como el dólar o el yen ante el temor de cualquier posible agresión. Esto suma a las presiones contra el peso.

Por último, está el factor de las tasas de interés en EU, pues se prevé que en diciembre haya una nueva alza, que de forma relativa y marginal más atractivo al dólar.

En suma, son múltiples factores que seguirán mermando la fortaleza del peso, y la intervención de la Comisión de Cambios, lo que podría terminar haciendo es aumentar las apuestas bajistas contra la moneda nacional –y eventualmente hacerla caer más de lo que lo hubiera hecho sin manipulaciones-, porque como le digo, las condiciones que lo debilitan de fondo siguen ahí.

En fin. En todo caso conviene insistir en que la apertura total de la economía mexicana, con o sin TLCAN, es el factor más importante para que podamos seguir creciendo, y hasta para darle mayor fortaleza al peso en el largo plazo. Ahí está la clave. ¿Cuándo nos harán caso las autoridades? ¿Cuándo estarán a la altura del problema que tenemos en puerta?

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