El Premio Nobel de Economía 2017

“Mi mantra es que, si quieres ayudar a las personas a cumplir una meta, hazlo sencillo para ellos”. Richard Thaler Premio Nobel de Economía 2017.

Como cada año por estas fechas, el comité del Premio Nobel anunció el ganador del Premio Nobel de Economía, otorgándoselo al investigador Richard H. Thaler, por sus contribuciones a la economía conductual o del comportamiento. En palabras de uno de los integrantes del Comité de Premiación, Thaler “hizo a la economía más humana”.

Se trata de uno de los economistas de la llamada corriente conductual, de mayor influencia en las últimas décadas; tanto por sus contribuciones a la comprensión de la forma que la personas toman decisiones, si no, además, por la orientación práctica de sus conceptos para mejorar la calidad de las decisiones que tomamos, particularmente en temas como el ahorro para el retiro.

El primer artículo que tuve la oportunidad de leer de Thaler, fue uno publicado en 1981 con el título de “Hacia una teoría económica del autocontrol”, en que Thaler incorpora este concepto como un elemento fundamental que determina las decisiones de los individuos y que específicamente tiene un papel determinante en las decisiones de ahorro y gasto. Ahí, se incorpora de manera clara, mas allá de los modelos económicos tradicionales, una visión psicológica de las decisiones económicas.

En otro artículo, que tuvo influencia en mi orientación académica hacia los temas conductuales, publicado hace 20 años, Thaler analiza a un autor de la economía clásica (Irving Fisher), mostrando como en varios de sus trabajos existe de manera implícita una visión conductual sobre las decisiones económicas.

En muchas de mis colaboraciones en El Economista, he hecho referencia a los trabajos de Thaler, la primera vez hace 6 años, sobre sus trabajos para incentivar el ahorro para el retiro.

A partir de una serie de investigaciones que se concretaron en el concepto de “Ahorra más, mañana”, propone una medida que por su simpleza refleja la comprensión de la forma en la que se toman las decisiones de ahorro futuro.

A partir de entender la propensión de las personas a optar por aquellas alternativas de decisión que se proponen por default, propuso que en los planes de retiro de EUA (conocidos como 401k), la opción por default sea en automático quedar enrolado en el plan y que se requiere una declaratoria explícita para no quedar enrolado. Dada la propensión de las personas a la utilización de las opciones por default, este mecanismo incrementa la frecuencia que las personas quedan inscrita a este tipo de planes previsionales.

De la misma manera cunado se pregunta a las personas qué porcentaje de sus ingresos presentes están dispuestos ahorrar para el futuro, la mayoría tendrán una respuesta negativa de ahorro o una proporción muy baja. Thaler entiende que ello se debe a que, tratándose de decisiones Inter temporales (en este caso, aquellas en que la acción se realiza en un momento diferente en el que se percibirán los beneficios), la mayoría de las personas son motivadas por una búsqueda de recompensa de corto plazo que representa el gastar hoy, lo cual inhibe su capacidad de ahorro para el futuro. Por ello, propuso un mecanismo en el que lo que se les pregunta a las personas qué porcentaje de su aumento de sueldo del siguiente año estaría dispuesta ahorrar. Al tratarse de decisiones y acciones que están ambas en el futuro, el estímulo de recompensa de corto plazo se reduce y se incrementa la propensión y volumen de ahorro objetivo.

Dos de sus libros recientes tienen especial importancia porque permitan abundar en la comprensión de las decisiones de las personas que se traducen, con mucha frecuencia, en acciones irracionales que perjudican a quienes las toman. Nudge y Misbehaving presentan conceptos que muestran (el primero) que existen mecanismos conductuales de refuerzo que, tal como el pequeño codazo que nos daba nuestra madre para saludar a alguien, pueden dirigir la conducta y fomentar conductas benéficas en términos económicos y financieros.

En Misbehaving, se señalan muchos de los elementos puntual ha identificado que intervienen en las decisiones financieras, tal como la fuerza de voluntad. En suma, explica porque las personas tendemos a caer en conductas negativas que nos afectan o afectan a otros.

Thaler logró incorporar elementos que los modelos económicos clásicos faltaron en reconocer (como características de la conducta, factores de personalidad y sesgos en nuestros procesos de decisión), algunos de ellos enraizados profundamente en la forma en la que opera nuestro cerebro, que generan distorsiones en nuestro proceso decisión y que nos llevan a tomar decisiones subóptimas, muy lejos de la visión económica tradicional de un homo economicus racional buscando maximizando su beneficio.

La importancia de sus contribuciones es clara si entendemos que, no sólo nos ayudan a entender la naturaleza de las conductas sino, además, a crear mecanismos que permitan modificarlas y modelarlas para crear condiciones que permitan la alcanzar nuestro bienestar económico.

El autor es politólogo, mercadólogo, especialista en economía conductual, profesor de la Facultad de Economía de la UNAM, columnista en El Economista y Director General de Mexicana de Becas, Fondo de Ahorro Educativo. [email protected] – síguelo en Twitter @martinezsolares

 

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