La economía de Estados Unidos creció 2.3% en 2017

Sin duda, 2017 representó un buen año para la economía americana. A pesar de un inicio de gran incertidumbre por la llegada de Trump al poder, las condiciones de la economía mostraron solidez con una política económica que dejó Barack Obama, una política monetaria de la Fed adecuada y un impulso al sector empresarial por parte de Donald Trump hicieron el “clic” para mantener una buena dinámica en el desempeño de la actividad económica.

Estados Unidos creció a un ritmo anual, en 2017, de 2.3%, por arriba de 2016, de 1.5% anual, pero debajo de 2014 y 2015 con tasas de 2.6 y 2.9%, respectivamente.

El nivel de consumo ha venido mejorando, pero también incentivó a las importaciones que al final le restan crecimiento económico. Sudéficit comercial se incrementó, siendo China el principal contribuidor.México, a noviembre, alcanzó un superávit de 65 mil 700 millones de dólares, pero seguramente será mayor al cierre de diciembre.

En la actualidad existe una preocupación en el mercado sobre el efecto de la reforma fiscal en la economía. Las empresas pagarán menos impuestos y el gobierno mantendrá su política actual de gasto corriente. Así, el gobierno recibirá menos recursos y su nivel de endeudamiento se incrementará.

Por ello, el dólar ha perdido terreno frente a la canasta de divisas, acumulando 3.4% en este 2018, y desde el máximo registro histórico a finales de 2016 ha perdido casi 15%, siendo el euro y la libra las monedas más fortalecidas.

Hacia este 2018, el escenario se ve favorable para que Estados Unidos crezca alrededor de 2.5-2.8% anual, apoyado por una mayor actividad de las empresas y algunos proyectos de infraestructura del gobierno. Las compañías tendrán una mayor liquidez que estarán aprovechando para un mayor pago de dividendos a los accionistas, recompra de acciones, nuevas inversiones o una mejor condición para sus empleados. Al final habrá un poco de mayor consumo e inversión que añadirá 30 a 40 puntos base del crecimiento.

Sin embargo, si la economía crece a tasas más cercanas a 3.0% anual, es probable que el consumo y una mayor demanda de productos y servicios generen riesgos de una mayor inflación y, por lo tanto, será un año más difícil para la Fed y para el mercado de bonos.

Este miércoles, la Fed tendrá su primera decisión en 2018. Aparentemente, el dato del PIB del cuarto trimestre de 2017 daría cierto oxígeno para mantener sin cambio la tasa de interés, por el momento, y esperar a la reunión de marzo en la que existe un alto porcentaje de probabilidad de que la incremente 25 puntos base.

Las bolsas que cerraron con ganancias de 25% anual en 2017 iniciaron muy fuerte el 2018, y acumulan una ganancia entre 7.5 y 8.7% directo en lo que va de enero. Sin embargo, consideramos que no aguantarán este ritmo de crecimiento debiendo reducir su intensidad de alza en los siguientes meses. Vemos un mayor riesgo de consolidación en el segundo semestre del año ante bases comparativas más fuertes para los reportes de bolsa y, además, la cercanía de las elecciones intermedias.

Para México es una buena noticia que la actividad en Estados Unidos sea positiva, porque a pesar de las negociaciones del TLCAN, el desempeño ayudará a la actividad comercial con México y será un motor que impulse el estimado del PIB para México de 2.1% en este 2018.

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