Recién concluyó la reunión de política monetaria de Banco de México. En línea con lo que esperábamos, Banco de México anunció un alza en la tasa de fondeo por 25 puntos base a 7.50%.

La decisión de subir la tasa fue unánime al interior de la junta de gobierno. El Banco Central justifica su decisión en que los riesgos para la inflación se mantienen presentes en un entorno externo e interno con un alto grado de incertidumbre, así como a la expectativa de condiciones monetarias más restrictivas en EUA.

En este sentido, Banxico ajustó un poco su pronóstico de cuándo alcanzaría la meta de inflación de 3.0%, al sugerir que esta se lograría hasta el primer trimestre de 2019 (en anteriores comunicados hacía mención de que sería a finales de 2018).

La intención del alza de tasas es dar confianza de que la autoridad monetaria perseguirá el control sobre la inflación, hasta regresarla a su meta, anclando en lo posible las expectativas de inflación en el mediano plazo.

La reacción inicial del peso mexicano es positiva, pero limitada, ya que gran parte de esta decisión el mercado cambiario la había descontado con anterioridad. Sin embargo, minutos previos al comunicado de prensa la moneda recortó pérdidas después de que se había presionado hacia $18.97 spot. Actualmente cotiza cerca de $18.80 spot.