Tenemos auditor

La Auditoría Superior de la Federación (ASF) es un órgano toral en el marco jurídico e institucional, con el que ahora contamos para fortalecer nuestra democracia en materia de ejercicio de los recursos públicos y rendición de cuentas, y es la única instancia que participa en los sistemas fundamentales de anticorrupción. fiscalización y transparencia.

Por ello, la elección de su titular constituye un acontecimiento relevante, tanto por la importancia de esta responsabilidad como por la calidad del proceso llevado a cabo desde la convocatoria emitida por la Comisión de Vigilancia de la ASF hasta su votación final en el pleno.

Luego de efectuar el registro de 42 aspirantes, la Comisión eligió por unanimidad una terna de profesionales probados y con experiencia: David Rogelio Colmenares, Salim Arturo Orcí y Ángel Trinidad Zaldívar, terna que el pasado jueves fue puesta a la consideración del pleno, cuyo resultado fue la elección del primero.

A este ejercicio democrático y de transparencia contribuyó el Canal del Congreso con la transmisión de las entrevistas a todos los candidatos y de la votación final.

Tenemos auditor. De ello resultan beneficiadas la fiscalización, la rendición de cuentas, la transparencia y, en consecuencia, la población y la institucionalidad.

Como se hizo notar durante las entrevistas con la Comisión de Vigilancia, especialmente las de los tres candidatos finalistas, la complejidad y magnitud de la fiscalización es enorme: mediante el gasto público, que es el principal instrumento de política económica, se proporcionan bienes y servicios a 120 millones de mexicanas y mexicanos, 53 millones en pobreza y 9 millones en pobreza extrema; sus destinatarios están dispersos en 190 mil localidades, de las que sólo 36 son mayores de 500 mil habitantes y 186 mil tienen menos de 2 mil 500.

En 2016 el gasto federal ascendió a 5 billones 400 mil pesos. Hay en México alrededor de 5 millones de servidores públicos, de los cuales cientos de miles participan en la administración de recursos en los tres órdenes de gobierno.

Las diversas instancias responsables de la fiscalización, entre federales y estatales, realizan cada año aproximadamente seis mil auditorías sólo de gasto federalizado.

Las recientes reformas constitucionales y legales ampliaron las facultades de la ASF, que cuenta con un presupuesto de dos mil 700 millones de pesos, de tal forma que ahora puede revisar el gasto en tiempo real, así como ejercicios anteriores, auditar las participaciones pagadas a los estados y revisar la deuda pública estatal, su destino y ejecución. Prácticamente la totalidad del gasto estatal y municipal forma parte del universo auditable.

Muchos son los retos que enfrenta su nuevo titular, David Rogelio Colmenares, y sus tres mil colaboradores, entre otros, consolidar la calidad del trabajo de la ASF y su autoridad moral, impulsar el enfoque preventivo y la participación de la sociedad civil, fortalecer las auditorías de desempeño, el Servicio Fiscal de Carrera y las áreas de seguimiento, y abatir los rezagos, así como establecer criterios y protocolos claros que aseguren la verticalidad de su actuación y den solidez institucional a su desempeño.

La gran tarea de la ASF es contribuir de manera decisiva a dar operatividad al Sistema Nacional Anticorrupción, una instancia de coordinación diseñada para integrar los esfuerzos de las diferencias instituciones que la integran, incluida la participación de la sociedad civil.

Por el bien del país, que su desempeño sea exitoso.

(*) Los datos de este artículo fueron tomados de lo expuesto por los candidatos finalistas (David Colmenares, Salim Orcí y Ángel Trinidad) durante las entrevistas con la Comisión de Vigilancia de la Auditoría Superior de la Federación de la Cámara de Diputados.

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