Cinemex: Empresario Rico, Empresa Pobre

Algo no está funcionando bien en las salas de cine de lujo de la compañía Cinemex, ya que si bien presume que va a terminar el año con 10 salas de este segmento, otras las tiene en total abandono. Salas sucias y butacas rotas es lo que le puede esperar a usted, si desea tener una mala experiencia. Sus empleados no atinan a dar una explicación de lo que sucede. Si bien ya es la sexta cadena de cines más grande del mundo, quiere avanzar en este segmento. En 2017, en Estados Unidos abrió un complejo de lujo en Miami, pero allá las autoridades sí velan claramente por los derechos de los consumidores, y Entretenimiento GM de México sabe que si un cliente se queja por un mal servicio y condiciones, inmediatamente les cierran las puertas. Aquí en nuestro país, esperamos a que algo realmente grave suceda para actuar.

Pero las malas condiciones no sólo son en sus salas VIP, las tradicionales lastimosamente también ya viven las malas decisiones. La estrategia visionaria que tuvieron Miguel Ángel DávilaAdolfo Fastlicht y Matthew Heyman, cuando fundaron esta compañía, ha quedado en el olvido. Pero a pesar de todo, ha registrado buenos números, y justamente es aquí que no se entiende por qué los hombres de dinero no invierten en un negocio que les da grandes cantidades de dinero. Todo esto a pesar de que el negocio streaming se ha convertido en un gran rival.

Tan sólo en México está Blim, Claro Video, Netflix, Amazon Prime o Hulu, Fox y HBO, entre otras. Pero los complejos de cine avanzan, siguen siendo negocio y se mantienen. Enorme reto para cada uno de los ejecutivos que forman parte de esta compañía de exhibición cinematográfica. A usted le toca decidir si los visita.

Reclaman Empresarios Concesionarios

Diversos concesionarios de autopistas de cuota en el país preparan un llamado a la Secretaría de Comunicaciones y Transportes, de Gerardo Ruiz Esparza, y a las autoridades federales en general para que haga prevalecer el Estado de Derecho ante el presente clima electoral, ya que desde hace varías semanas algunos puntos de cobro en las carreteras del país han sido asaltados por manifestantes que levantan las plumas de los carriles y permiten el libre paso de los automovilistas; esto con el apoyo de aspirantes a cargos de elección popular y bajo el argumento de que el artículo 11 constitucional establece el derecho de libre tránsito. Los empresarios han realizado diversos esfuerzos para comunicar la legalidad de sus concesiones y para aclarar que las carreteras concesionadas del país son construidas con capital privado y por lo tanto representan también, durante la vigencia de la concesión, una propiedad de particulares.

Se han enfocado en difundir que la decisión de circular en las vías de cuota, en la que se obtiene mayor seguridad y servicios, es decisión única del usuario, quien tiene también como alternativa circular por una carretera libre que se encuentra bajo la responsabilidad del Estado. Nos cuentan que, por cada día en que la operación de una caseta se ve interrumpida, se pierden en promedio 800 mil pesos para la industria, la cual es la encargada de invertir en el mantenimiento de esta red carretera particular. Los concesionarios reclaman también que, a pesar de que la toma de casetas es un delito, la Policía Federal se ha mantenido en la inacción, por lo cual también debería recaer sobre ella responsabilidad por omisión; esto de acuerdo al artículo 109 constitucional.

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