Políticos y activistas se dirigieron el lunes a la frontera sur para visitar los centros de detención de inmigrantes de Estados Unidos y ejercer más presión sobre el gobierno del presidente Donald Trump, en un ambiente de indignación por la política inmigratoria de separar a niños de sus padres.
Un grupo de legisladores visitó el domingo una antigua bodega en el sur de Texas en donde cientos de menores son detenidos en jaulas de malla metálica, una de las cuales encerraba a 20 chicos.