Iván Duque el presidente más joven de la historia en Colombia

El nuevo presidente de Colombia, Iván Duque, de 41 años, se convierte desde hoy en el jefe de Estado más joven en la historia republicana de este país suramericano y llega a la Casa de Nariño con el gran reto de reconciliar a los 40 millones de colombianos.

Duque fue el candidato de una coalición de la derecha, ganó las elecciones en segunda vuelta para la Presidencia de Colombia (2018-2002), derrotando a su contrincante, Gustavo Petro, de una alianza de izquierda y sectores independientes.

En los comicios celebrados el 17 de junio pasado, Duque alcanzó el 53.97 por ciento de los votos, lo que representó 10.2 millones de sufragios, contra el 41.8 por ciento de Petro, que significó 7.9 millones de votos, de acuerdo con el reporte oficial de la Registraduria Nacional del Estado Civil.

Duque, quien es militante del partido Centro Democrático (derecha), que fundó el expresidente Álvaro Uribe Vélez, fue elegido como candidato a la presidencia en una consulta partidista el pasado 11 de marzo, en una coalición de sectores de derecha.

Este abogado de 41 años de edad, egresado de la Universidad Sergio Arboleda, con Maestría en Derecho Económico en la American University y Maestría en Gerencia de Políticas Públicas en la Georgetown University, se siente orgulloso del respaldo político de Uribe Vélez, quien jugara un papel importante e influyente en su gobierno, como uno de los congresistas más votados en las elecciones del Congreso.

Los opositores a su candidatura consideraron que el triunfo de Duque es un tercer mandato de Uribe Vélez (2010-2020), quien es el expresidente con más influencia y poder en los últimos 30 años en todos los sectores de la vida política, económica y sociales de esta nación.

Pero Duque con su buen humor, sonrisa contagiosa, amante de la música y la guitarra, hizo todos los esfuerzos para demostrar que Uribe Vélez es Uribe Vélez, Duque es Duque, su presidencia tendrá su propio talante.

Duque empezó su carrera profesional en 1999 como consultor en la Corporación Andina de Fomento (CAF) y luego fue asesor en el Ministerio de Hacienda durante el gobierno de Andrés Pastrana.

Posteriormente, trabajó en el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) desde 2001 hasta 2013. Allí ejerció como Consejero Principal de la Dirección Ejecutiva para Colombia, Perú y Ecuador, y fue el jefe de la División de Cultura, Creatividad y Solidaridad de dicho organismo internacional.

Fue asesor internacional del expresidente Uribe Vélez, y entre 2010 y 2011 fue asesor en Naciones Unidas del Panel de Investigación del Incidente de la Flotilla del 31 de mayo de 2010, entre Israel y Turquía, conocido como Mavi Marmara.

Duque llegó al Congreso para el periodo 2014-2018, gracias a que Uribe Vélez lo incluyó en la lista cerrada de su partido Centro Democrático en las elecciones legislativas de 2014.

En el Legislativo fue autor de cuatro Leyes de la República: Aumento de la licencia de maternidad, para mejorar la calidad de vida de las madres trabajadoras; así como la Instalación de desfibriladores en establecimientos públicos para salvar vidas.

Además en uso de cesantías en seguros educativos para que más familias puedan enviar sus hijos a la universidad; y cuarta, la Ley Naranja para la promoción de la economía creativa y la protección de la cultura.

Entre sus propuestas programáticas figura la de seguridad, en la que buscará fortalecer la capacidad de reacción rápida y efectiva de las Fuerzas Militares y de Policía y frente al tema de las fronteras prometió reforzar “el control de fronteras y zonas críticas con el uso extensivo de monitoreo electrónico y satelital”.

En su programa de gobierno se plantea prohibir “en la Constitución la existencia del narcotráfico como delito político conexo. El narcotráfico no podrá ser un delito amnistiable en Colombia”.

Los corruptos en un gobierno de Duque “pagarán sus delitos en una cárcel, tras barrotes, no más prisión domiciliaria. No tendrán ningún beneficio penal y sufrirán la extensión de dominio para reparar con sus bienes lo que se robaron”.

La gran interrogante y preocupación que tienen los sectores que apoyan la implementación de los acuerdos de paz, es si Duque va mantener el espíritu de los pactos que firmó el presidente saliente Juan Manuel Santos con la exguerrilla de las FARC, que puso fin a 53 años de confrontación militar.

En su campaña electoral en plazas públicas, Duque planteó que su mensaje “es de unidad porque no voy a gobernar con espejo retrovisor, quiero gobernar para que Colombia se encuentre en este camino de legalidad, de emprendimiento y de equidad”,

Adelantó que en introducirá un cambio en la forma de gobernar. “Quiero que una nueva generación gobierne a Colombia con un sentido patriótico de servicio, no queremos más vanidades que se asientan en el poder para gobernar cual veleta según el interés del día”.

Señaló que su gobierno recuperará “el diálogo con los ciudadanos, que recupere la confianza, que recupere el territorio, que donde haya dificultades no las enfrente con mentiras. Estaré cada semana dialogando con los colombianos, tendremos un gabinete que no represente feudos políticos, sino el conocimiento aplicado al servicio de los sectores”.

Lo que más añora Duque “es gobernar a Colombia no porque este sea un proyecto personal, sino porque este es un proyecto de todos y para todos”.

NTX

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