Crisis económica, combustible para el éxodo venezolano

El éxodo de venezolanos hacia países vecinos amenaza con mantener el sorprendente ritmo de los últimos años, a medida que la crisis económica del país petrolero se afianza en la destrucción del empleo, del ingreso de los trabajadores y la producción.

Diversos análisis independientes coinciden en que la crisis parece tener espacio para seguir avanzando y con ello la preocupación de la región por la ola de venezolanos que desborda las fronteras, mientras el gobierno bolivariano se niega a reconocer la emergencia.

“Han convertido un flujo migratorio normal en una crisis humanitaria”, fue la respuesta de la vicepresidenta Delcy Rodríguez, a los señalamientos de que el origen del problema es una economía al borde del colapso.

Ante el dramático impacto de las imágenes de venezolanos que colman los puntos de control de las fronteras con Colombia y Brasil, el gobierno respondió activando el lema oficial del plan “Vuelta a la patria”, a fin de apoyar el regreso de miles desde Perú, Brasil o Ecuador que supuestamente son víctimas de manifestaciones xenófobas o de “esclavitud económica”.

La realidad ya se conoce en la región como el síndrome de los “caminantes”, pues venezolanos de pocos recursos, que conforman las más recientes oleadas, se marchan dispuestos a caminar durante semanas con lo poco que tienen hasta Ecuador y Perú, en busca de mejores horizontes.

Tras dos semanas de aplicación del plan del presidente Nicolás Maduro para sacar la economía del estancamiento, la hiperinflación sigue indetenible y la nueva moneda, el bolívar soberano, ha perdido parte de su valor por la devaluación en el mercado negro.

“¿Crisis migratoria? ¡Por favor! Claro que un grupo de venezolanos, producto del bloqueo financiero (de Estados Unidos) y la guarimba (protestas de 2017), quiso probar suerte en otros países y más de 90 por ciento está arrepentido”, dijo Maduro esta semana cuando ordenó un “puente aéreo” para atender el retorno de los “arrepentidos”.

“No pasan de 600 mil que han salido en dos años, según cifras comprobadas”, puntualizó el mandatario.

A su vez, el dirigente chavista Diosdado Cabello afirmó que los venezolanos son usados para una campaña contra el gobierno bolivariano. “Los bajas de los autobuses y dicen: luces, cámara, acción”, aseveró.

Según las Naciones Unidas, en los últimos cuatro años han salido del país 2.3 millones de personas y el peso mayor lo lleva Colombia, que exige recursos para atender a los migrantes, siendo receptor de más de 900 mil.

Esta semana, 11 países firmaron en Quito una declaración instando a Caracas a tomar medidas para detener el éxodo, al tiempo que enviaron una señal de esperanza a los venezolanos acordando aceptar los pasaportes vencidos para no detener la movilización.

El tema también acaparó la atención en la Organización de Estados Americanos (OEA), luego que Estados Unidos propusiera un debate en el foro hemisférico.

La economía venezolana tiene cuatro años en recesión, la hiperinflación ya casi cumple un año y la principal industria del país, la petrolera, sufre por la baja del precio del barril y la caída de la producción.

Además, las reservas internacionales están apenas por encima de 8.000 millones de dólares, su nivel más bajo en casi 20 años, y el gobierno mantiene un impago selectivo de su deuda externa.

El analista político Luis Manuel Esculpi señaló que la diáspora es el resultado del fracaso del socialismo del siglo XXI, cuya principal propuesta era la reivindicación de los pobres.

“Ellos son de la izquierda dogmática, que ni olvida ni aprende; para ellos no cayó el muro de Berlín. Ahora quieren negar este flujo migratorio”, dijo el experto a Notimex.

“Las primeras olas de venezolanos eran de gente preparada, con estudios, que podría buscan algún trabajo, pero el éxodo ahora es de gente de bajos recursos, que se va con lo que tiene. La mayoría sabe que ese éxodo no es un montaje”, explicó.

Agregó que la oleada de personas hacia las fronteras presenta “cifras asombrosas”, ya que Venezuela nunca fue un país que produjera grandes migraciones.

Esculpi dijo que la experiencia indicó que las migraciones se producen cuando las personas no ven futuro económico en sus países de origen.

“Este es un verdadero drama. Nunca se vio una emigración tan grande en tan poco tiempo y todo indica que esto va a continuar”, enfatizó.

El éxodo de Venezuela se acerca a 10 por ciento de una población de casi 30 millones de habitantes. Sus principales destinos son los siguientes, según cálculos basados en informes de representaciones diplomáticas y fuentes independientes.

Colombia: Unos de 935 mil venezolanos han ingresado y más de 450 mil residen de forma regular. Pueden entrar con un documento de identidad o una tarjeta de Movilidad Fronteriza, que les permite pasar un corto tiempo para comprar alimentos y medicinas.

Perú: Las autoridades reportan la llegada de más de 400 mil. Hasta el pasado 24 de agosto podían hacerlo con la cédula de identidad, pero a partir de esa fecha solo se permiten con un pasaporte.

Ecuador: En el último año ingresaron 500 mil, de los cuales 200 mil se instalaron. Ingresan con un documento de identidad, un certificado de un organismo regional o internacional reconocido o con un pasaporte.

Estados Unidos: Se registraron desde 2016 unos 290 mil, de los cuales casi 28 mil solicitaron la nacionalidad o asilo. Para entrar como visitantes requieren un pasaporte y una visa de no inmigrante.

España: Casi 100 mil venezolanos, convirtiéndose en los principales solicitantes de asilo en ese país. No necesitan visa para una estadía de hasta 90 días.

Chile: Entre 2017 y 2018 han llegado 225 mil. Necesitan pasaporte vigente y un certificado de antecedentes penales con tres meses de vigencia.

Panamá: Hasta 2017 se registraron 80.000. Desde hace casi un año se les exige visa.

Brasil: Unos 58 mil que se instalaron principalmente en el estado fronterizo de Roraima. Ingresan solo con una cédula de identidad.

Argentina: En 2017 llegaron 79 mil 480 venezolanos, con la mayoría obteniendo la ciudadanía. Ingresan solo con un documento de identidad.

Costa Rica: Más de mil 200 venezolanos solicitaron asilo, muchos de los cuales alegaron falta de medicinas.

República Dominicana: Unos 22 mil 500 venezolanos. Más de mil 500 fueron rechazados entre 2017 y 2018 para su permanencia por falta de documentos.

Curazao: Fuentes no oficial estiman unas mil personas que solicitan refugio.

Aruba: Hay cinco mil, la mayoría de forma ilegal que intentan obtener asilo.

Trinidad y Tobago: Se desconoce el número migrantes legales. La Asamblea Nacional (Congreso) denunció este año que 104 venezolanos fueron detenidos, encarcelados y multados por ingresar ilegalmente. Otros 82 fueron deportados.

NTX/I/RRV/SBE/

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