Crisis económica mantiene en la incertidumbre a los argentinos

La crisis en Argentina provocó el desplome de la actividad económica con una caída de la producción en general, la permanente reetiquetación de precios, la especulación de empresarios y la incertidumbre de los ciudadanos.

Este escenario de inestabilidad era impensable a principios de este año, cuando el gobierno esperaba un crecimiento económico del 3.5 por ciento, una inflación del 15 por ciento y una cotización del dólar a 25 pesos.

Ahora, después de una de las crisis cambiarias más graves de la historia argentina, en vez de crecimiento habrá una recesión del 2.4 por ciento, una inflación del 40 por ciento, y el dólar ya vale 40 pesos y nadie puede apostar todavía cuál será su techo.

La devaluación del 100 por ciento se trasladó de inmediato a los precios de bienes y servicios en un país que tiene una dependencia sicológica con la divisa estadunidense, gracias a las recurrentes y profundas crisis sufridas en su historia reciente.

Cada vez que hay incertidumbre económica, los argentinos que tienen ahorros se vuelcan a comprar dólares, lo que eleva su precio, pero la demanda se mantiene y crece a pesar de que la divisa es cada vez más cara.

Los datos oficiales demuestran el impacto de la crisis, ya que, por ejemplo, en junio el Estimador Mensual Industrial (EMI) cayó un 8.1 por ciento interanual y se convirtió en la peor caída registrada desde 2002.

Si se analizan los sectores de manera desagregada, uno de los más afectados es el automotriz, ya que la industria se desplomó un 11.8 por ciento, mientras que la producción de acero bajó un 5.8 por ciento.

Además, en los últimos cuatro meses la venta-compra de propiedades en Buenos Aires ha registrado una tendencia descendente y en julio registró un 17.1 por ciento menos de operaciones que en el mismo mes del año pasado.

El problema de quienes buscan ser propietarios en este país es que las casas, departamentos y terrenos están tasados en dólares, por lo que cada aumento de la divisa, por mínimo que sea, eleva automática el precio, lo que no ocurre en otros países.

La crisis cambiaria, por otra parte, ha provocado la permanente reetiquetación de precios en negocios que ofrecen productos importados, desde piezas de electrónica a medicinas, y en supermercados.

Para tratar de frenar la especulación, el gobierno reforzó un programa llamado Precios Cuidados que amplió la lista de productos de primera necesidad que no deben aumentar de precio, pero aún así la inflación se siente en las compras de alimentos.

Esta semana, una encuesta de la consultora Raúl Aragón y asociados reveló la desconfianza que existe en torno al manejo de la crisis por parte del presidente Mauricio Macri.

De acuerdo con los resultados, el 58.7 por ciento de los encuestados dijo que no cree que Macri podrá controlar la inflación, mientras que el 73.6 por ciento advirtió que las políticas del gobierno le generan “muchísima”, “mucha” y “bastante” inseguridad.

NTX/I/CGR/BGG

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