Detección de ondas gravitacionales revoluciona a la astronomía

Una revolución en la astronomía, comparable con el momento en el que Galileo Galilei comenzó a usar el telescopio, ha significado para la comunidad científica la detección de las ondas gravitacionales teorizadas por Albert Einstein, una tarea en la que participó la astrónoma italiana Marica Branchesi.

Considerada por la revista Nature una de las 10 personalidades científicas de 2017, Branchesi fue incluida en 2018 en el elenco de las 100 personas más influyentes del planeta por la revista Time.

En entrevista con Notimex, la astrónoma opinó que la detección de las ondas gravitacionales ha abierto una ventana que llevará a nuevos e inesperados descubrimientos en el universo.

“Tras la detección de las ondas gravitacionales, otro gran descubrimiento será el de entender si existen verdaderamente zonas del universo o planetas en los que puede haber vida”, dijo.

Nacida en la central ciudad de Urbino hace 41 años, la astrónoma ha sido reconocida por su papel en el descubrimiento -en agosto de 2017- de las ondas gravitacionales generadas por la fusión de dos estrellas de neutrones.

Las ondas gravitacionales o sonido del universo son vibraciones en el espacio-tiempo del material del que está hecho el cosmos y según la Teoría de la Relatividad de Einstein, se generan como consecuencia de enormes fenómenos, como la colisión de agujeros negros masivos.

Asimismo, las ondas gravitacionales deforman el tiempo y el espacio y viajan a la velocidad de la luz.

Hasta 2015 su existencia era solamente teórica, pero en septiembre de ese año fueron detectadas por el equipo del Observatorio de Interferometría Láser de Ondas Gravitacionales (LIGO, por sus siglas en inglés), con sede en Estados Unidos, lo que le valió el Premio Nobel a sus descubridores.

En agosto de 2017 también el interferómetro (aparato para la producción y medición de interferencias) de la antena italiana Virgo en Cáscina (Pisa), del Instituto de Físicia Nuclear del país europeo detectó la señal producida por la colsión de las estrellas de neutrones.

Por primera vez en la historia se combinaron en la misma observación ondas gravitacionales y electromagnéticas, en lo que fue un trabajo internacional sin precedentes, pues participaron más de tres mil científicos.

Profesora del Gran Sasso Institute ubicado en el centro de Italia, a Branchesi le fue reconocida la contribución fundamental en la observación directa del fenómeno que ha marcado el nacimiento de la astronomía multi-mensajero (en la que el mismo evento es observado con ondas gravitacionales y electromagnéticas).

“Este descubrimiento abre la ventana a la observación de eventos inesperados y ahora se trabaja ya en futuros instrumentos, como detectores de tercera generación, uno es el Einstein Telescope, que permitirán aumentar aún más la sensibilidad para llegar a cubrir distancias enormes, casi cercanas al Big Ban (el momento de creación del Universo)”, dijo Branchesi.

Además, añadió, en 2030 comenzará a trabajar el detector Lisa que permitirá conocer mejor como se formaron las primeras estructuras del universo.

“Se trata de una nueva astronomía, con una potencialidad increíble a nivel de conocimiento del universo”, comentó.

Explicó que con la detección de las ondas gravitacionales ahora es posible ver lo que antes era invisible, como fusiones de sistemas binarios formados por un agujero negro y una estrella de neutrones, o el interior de las supernovas de otras galaxias.

“Las ondas gravitacionales interactúan muy poco con la materia y entonces esto te permite ver esas zonas del universo que son tan densas, donde la luz es absorbida. Podremos ver el interior de las explosiones de las supernovas o estrellas extremadamente masivas”, agregó.

Dijo que en los próximos años ser irán ampliando las aplicaciones prácticas de la detección de ondas gravitacionales, aunque ya desde ahora se investiga su uso en el estudio de los terremotos.

“La variación de gravedad se mueve a la velocidad de la luz, por lo que es posible que esa variación llegue primero que la onda sísmica cuando se está a cierta distancia del epicentro del sismo”, explicó.

“Muchos comparan el descubrimiento de las ondas gravitacionales al momento en que Galileo Galilei por primera vez tomó un telescopio. Es una gran revolución para la astronomía, pues se puede ver lo que antes no se veía”, concluyó.

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