Cuando el fundador y presidente de Technogym, Nerio Alessandri, diseñó su primera máquina de sentadillas en su garaje en 1983, los músculos voluminosos de Arnold Schwarzenegger y Sly Stallone estaban de moda. “El ‘estado físico’ no existía en ese momento”, dice, y mucho menos “bienestar”, lo que equivale a sentirse bien en lugar de verse bien. En ese entonces, Alessandri ni siquiera tenía un teléfono, por lo que su abuela, que sí lo hizo, recibió llamadas de los clientes. Adelanta tres décadas y media, y el refinamiento y la tecnología dominan el día.

La compañía italiana combina la investigación (los datos se obtienen de atletas profesionales y deportistas olímpicos) con un estilo para crear equipos de alto rendimiento. Incluso llevó al arquitecto Antonio Citterio a consultar, en particular por su línea Personal más exclusiva, que cuenta con máquinas tan elegantes que podrían transformar un gimnasio en una galería. En 2012, la compañía abrió las puertas en su campus de bienestar corporativo en la región italiana de Emilia-Romagna, el mismo lugar donde se encuentra la legendaria marca de automóviles Ferrari.

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