La industria de las motos ha crecido de manera exponencial, pero esto no es noticia, el problema con esto es que las ideas suelen acabarse rápido y las marcas suelen apostar a lo seguro. Con esto vemos que algunas motos son prácticamente clones en diferentes marcas, y puntualmente el segmento naked adolece mucho de ello: casi nada de carenado, escape vistoso, faro trapezoidal y voilá, una moto nueva.

Pocas son las marcas que se atreven a hacer algo realmente especial, en el pasado tuvimos el estilo revolucionario de Buell, luego vimos las Scrambler de Ducati y recientemente la FTR 1200 de Indian. Pero quien sin lugar a dudas ha sorprendido a propios y extraños es Husqvarna con su regreso a las motos de calle, del cual habían permanecido alejados por más de 50 años, pues la Silverpilen para carretera se presentó en 1955.

Desde aquel tiempo, Husqvarna se especializó en motos para tierra convirtiéndose en un referente mundial en el Enduro y Cross. Todo esto cambió gracias a los esfuerzos de Husqvarna para regresar al mercado masivo de consumo, (algo que vivimos en México también con la marca estableciéndose como corporativo). 2017 fue el parteaguas con la presentación de las Vitpilen y Svartpilen en tres versiones, dos de baja cilindrada (las 401) y una mediana, la 701.

Créditos y más información: https://noticias.autocosmos.com.mx/2018/07/24/husqvarna-vitpilen-701-la-importancia-de-ser-diferente