La industria fabricante de vehículos pesados calificó de “razonable” el acuerdo Estados Unidos- México-Canadá (USMCA, por su siglas en inglés), al incrementarse sólo 10 puntos el contenido regional en la fabricación de unidades a un plazo de siete años, a partir de la entrada en vigor del acuerdo.
El presidente de la Asociación Nacional de Productores de Autobuses, Camiones y Tractocamiones (Anpact), Miguel Elizalde, explicó a Notimex que en su caso, a diferencia del sector de vehículos ligeros, si el USMCA empieza el 1 de enero de 2020, “nosotros pasamos del actual 60 por ciento de contenido regional a 64 por ciento al 1 de enero de 2024, es decir, en cuatro años, y se llegaría a 70 por ciento para el 1 de enero de 2027”.
El acuerdo logrado en el sector, dijo, ofrece certeza jurídica en el liderazgo que tiene México a nivel mundial en la materia.
Tras guardar silencio por el tiempo en que duraron las negociaciones, el representante del sector en México ofreció detalles de la misma, la cual fue alabada por el secretario de Economía Ildefonso Guajardo Villarreal, quien dijo que “…uno de esos sectores es el de vehículos pesados que logró un excelente acuerdo que, combinado con la industria Norteamericana, llegó a un entendimiento fundamental, muy bueno para el desarrollo la industria”.
Elizalde explicó que las condiciones para los vehículos pesados son diferentes a la de ligeros, por una sencilla razón, “la industria es diferente”.
Es decir, entre los fabricantes de camiones, los cambios de modelo van ligados a los cambios en tecnología ambiental. No son por diseño exterior del vehículo, sino que tienen que ver por el cambio en las condiciones y normas ambientales de los países.
“El cambio atiende más a una necesidad de eficiencia y con ello a las nuevas tecnologías” y en Estados Unidos se prevé cambios normativos ambientales para 2024 y 2027. “Por eso, al decir que nosotros atendimos los requerimientos particulares de la industria de vehículos pesados nos referimos a las diferentes tecnologías ambientales y de ello dependen los saltos en el contenido regional”.
Sin embargo, se conoce que en ese sentido México ha estado retrasado, por lo que el reto de incrementar el contenido regional va a requerir que las empresas desarrollen la planeación de la producción y platiquen con toda su cadena de proveeduría hasta aumentar los 10 puntos requeridos.
“Esto va a requerir de planeación, inversión y un esfuerzo por parte de los fabricantes, en donde cada empresa va a desarrollar diferentes estrategias de proveeduría para alcanzar estos niveles de contenido regional”, argumentó.
Dijo que otra variable es el valor del contenido laboral, es decir, que al menos en 45 por ciento del valor de vehículos pesados, su fabricación debe corresponder a países que pagan más de 16 dólares por hora, lo que solo se puede dar en este momento en Estados Unidos y Canadá.
De este 45 por ciento, hasta 10 puntos pueden ser de aspecto tecnológicos, es decir, que provengan de investigación y desarrollo, tecnologías de información y otro 5.0 por ciento si cuenta con una planta de altos salarios de motores, transmisiones o baterías avanzadas, cuya capacidad instalada de producción debe ser de por lo menos 20 mil unidades o un contrato de largo plazo.
Al respecto, se sabe que entre armadoras pueden combinar las carrocerías con motores y transmisiones de diferentes marcas, por lo que es tanta la adaptación del vehículo de acuerdo con necesidades particulares e incluso hay vehículos diseñados para una ruta en especial, por lo que hay proveeduría no necesariamente para una planta fabricante de vehículos en particular.
Por otra parte, si la empresa rebasa 30 por ciento de manufactura y cumple con más de 10 por ciento de tecnología y 5.0 por ciento de tecnologías avanzadas y en lugar de llegar a 45 se llega a 48 o 49 por ciento, los puntos de sobra se pueden descontar al valor del contenido regional del vehículo, por lo que en ese punto ya no es necesario cumplir con 70 por ciento.
Finalmente, señaló que el tercer punto importante tiene que ver con las importaciones de acero y aluminio. “Creo que logramos una muy buena colaboración de la iniciativa privada de Estados Unidos a través de la asociación homóloga y hacer ver a las autoridades las particularidades del sector que si fueron tomadas en cuenta”.
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