Islandia siempre ha tenido un tesoro de maravillas, maravillas que hasta hace poco solo eran accesibles a los mochileros y conejitos de nieve más intrépidos. Sin embargo, como lo demuestra su feed de Instagram, los últimos años han visto a turistas de todo el mundo acudir allí para hacer glaciares, bucear a través de placas tectónicas y experimentar la aurora boreal. Los sibaritas prueban el tiburón fermentado y el famoso pan de centeno de Islandia. Pero aún así toda esa belleza escarpada fue recibida por igual, digamos, alojamientos rústicos.

Es decir, hasta este año, que ha visto un auge de lujo golpeando la Tierra de Fuego y Hielo. Ahora puedes pasar el día sumergiéndote en la icónica Blue Lagoon y luego registrarte en una propiedad de cinco estrellas sin quitarte nunca la lujosa túnica blanca. Puede reservar una suite en un hotel de diseño en el centro de Reikiavik que le brinda su propia sauna privada para relajarse antes de la cena, y en la calle puede disfrutar de un menú de degustación en un pequeño restaurante escondido que ganó la primera estrella Michelin del país el año pasado.

Créditos y más información: https://robbreport.com/travel/destinations/iceland-luxury-guide-2822150/