Ante mayor incertidumbre interna, Banxico podría subir tasas de interés en su reunión de esta semana

El próximo jueves 15 de noviembre Banco de México (anuncia) su decisión de política monetaria. En esta ocasión, se encuentran muy divididas las expectativas sobre la acción que llevaría a cabo la autoridad monetaria, entre si habrá o no un alza de tasas de interés en este encuentro. Sin embargo, desde su último encuentro (4 de octubre) el balance de riesgos para la economía mexicana, en particular para los activos denominados en pesos, parece haberse deteriorado, sobre todo el elemento interno. Con ello, ha aumentado la especulación de que la autoridad monetaria mexicana terminaría inclinándose por un alza en la tasa de interés de fondeo en 25 puntos base (pasaría de 7.75% a 8.0%).

Aunque la inflación al consumidor parece retomar una trayectoria para que en los próximos meses pueda volver a acercarse a la meta de Banxico (actualmente se ubica en 4.90%), la reciente volatilidad en el peso mexicano (por momentos el tipo de cambio subió a cerca de $20.50 spot) producto de dudas sobre las decisiones que tomará la nueva administración del presidente electo Andrés Manuel López Obrador, ha generado preocupaciones sobre un posible traspaso a los precios.

El mayor riesgo interno se debe a que por momentos se intensifica un escenario de pérdida de confianza hacia el país por la creciente preocupación entre inversionistas y empresarios (nacionales y extranjeros) de que la administración del presidente electo tomará decisiones de política económica y financiera de forma discrecional y populista. Esto también se ha traducido en comentarios y ajustes por parte de las principales agencias calificadoras. Declaraciones sobre reducir las exportaciones mexicanas de petróleo, cancelación del aeropuerto de Texcoco, proyectos de iniciativas en el Congreso sobre el uso de las reservas internacionales y la eliminación de cobro de comisiones bancarias, han generado condiciones adversas y no envían una buena señal para las condiciones de inversión en el país.

En este sentido, cobran mayor relevancia el discurso y mensajes que se envíen durante la toma de posesión del presidente electo (1 de diciembre) y la aprobación del paquete económico 2019 (el envío es a más tardar el 15 de diciembre y su aprobación antes del 31 del mismo mes).

Si en la reunión de octubre, un integrante de la junta de gobierno votó por un alza en la tasa de interés, es de esperarse que si el balance de riesgos se deterioró podría haber más funcionarios que se inclinen por una subida.

Adicionalmente al factor interno, el elemento externo también abona a la especulación sobre los futuros pasos de Banxico. En su última reunión de política monetaria, la Reserva Federal estadounidense (FED) dejó lista la mesa para un alza en el costo del dinero para su reunión de diciembre. El escenario base contempla que la FED para el 2019 podría subir por lo menos otras tres veces. Esto deja en una posición complicada a Banxico de poder desligarse de la autoridad estadounidense, al menos en el corto plazo.
Por último, la situación política en Europa (negociación del Brexit y del acuerdo presupuestal en Italia), las constantes tensiones comerciales entre EUA y China, el aumento en el precio internacional del petróleo y los continuos arrebatos de Trump, son condiciones que terminan incidiendo en mayor aversión al riesgo, así como condiciones financieras más difíciles, lo que generalmente presionan al peso.
Ante mayor incertidumbre interna, Banxico podría subir tasas de interés en su reunión de esta semana

Dado los últimos eventos, internos y externos, el inversionista exige una mayor prima de riesgo para mantener activos denominados en pesos, lo que hace más probable que Banxico suba la tasas de interés de fondeo en esta reunión.

En caso de cumplirse este escenario, la reacción de la moneda mexicana sería positiva, aunque marginal, apreciándose cerca de 15 centavos.

Sin embargo, consideramos que el Banco Central tiene elementos suficientes para esperarse y dejar sin cambios la tasa de interés (inflación a la baja y la decisión de la Reserva Federal de EUA de no cambiar su tasa en su reunión de la semana pasada), sólo evidenciando mayores riesgos en su comunicado de prensa, para entonces aumentarla en diciembre y cerrar el año en 8.0%. Lo anterior debido a que si sube las tasas el próximo jueves, es muy probable que el mercado termine presionándolo para que tenga que volver a subirlas en su última reunión del año, y cierre el año en 8.25%.

Bajo el escenario anterior, la reacción inicial de la moneda mexicana sería negativa, porque sorprendería a los inversionistas, pero consideramos que sería temporal y limitada (depreciación menor a 20 centavos).

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