Líderes mundiales alertan en París sobre la amenaza del nacionalismo

Líderes de todo el mundo conmemoraron este domingo en París el centenario del fin de la Primera Guerra Mundial, oportunidad que aprovecharon para alertar sobre la amenaza nacionalista y el riesgo que representa para la paz.

Donald Trump, presidente de Estados Unidos; Vladimir Putin, de Rusia; Recep Tayyip Erdogan, de Turquía, y Angela Merkel, canciller federal alemana destacaron entre los cerca de 70 jefes de Estado y de gobierno que participaron bajo una lluvia persistente en un acto solemne al pie de la tumba del soldado desconocido, en el Arco de Triunfo.

Sumemos nuestras esperanzas en lugar de oponer nuestros miedos, exhortó el mandatario anfitrión, Emmanuel Macron, en un discurso en el que apremió a sus pares a rechazar la fascinación por el repliegue, la violencia y la dominación en memoria de los combatientes de la Gran Guerra (1914-1918).

Los viejos demonios resurgen, dispuestos a llevar a cabo su obra de caos y muerte, dijo el mandatario, tras llamar a los dirigentes mundiales reunidos en la capital francesa a luchar por la paz y por un mundo mejor.

Macron habló de las amenazas que acechan al mundo actual, como el calentamiento climático, la pobreza, el hambre y la desigualdad. Y advirtió que el unilateralismo, la violencia y el dominio sobre los demás no solucionan esos problemas.

Ante la llama eterna que arde sobre la tumba que representa a los 10 millones de combatientes muertos en el conflicto, Macron condenó el nacionalismo que Trump reivindicó hace unas semanas, al considerar que es lo contrario y la traición del patriotismo.

En esos cuatro años Europa casi se mata a sí misma, dijo el gobernante francés, respecto de la conflagración que llevó, entre otras cosas, a la caída del imperio alemán y que cambió el orden político europeo, en el que murieron entre 15 y 20 millones de personas, la mitad de ellos civiles.

Durante la ceremonia, un grupo de estudiantes leyó testimonios de la guerra en varias lenguas y se presentaron el célebre violonchelista Yo-Yo Ma, la cantante Angelique Kidjo, de Benín, y la Joven Orquesta de la Unión Europea interpretó el Bolero de Ravel bajo la batuta del ruso Vasili Petrenko.

Más de 10 mil policías y gendarmes fueron desplegados para garantizar la seguridad de los mandatarios y sus delegaciones, en una capital bajo amenaza permanente de atentados desde 2015.

Eso no impidió que tres activistas de Femen saltaran las vallas de seguridad en los Campos Elíseos y se acercaran al convoy de Trump. Las mujeres, que fueron detenidas, iban con el pecho desnudo y llevaban mensajes como Fake Peace Maker o Hypocrisy escritos en el cuerpo.

Unas mil personas se manifestaron contra la presencia de Trump. Lanzaron al aire un globo enorme que representa a Trump como un bebé gigante en pañales y gritando.

Después de que sonaron los clarines, en remembranza de los que hace 100 años anunciaron el alto el fuego, los mandatarios almorzaron en el Palacio del Elíseo, sede de la presidencia francesa.

En el menú: bogavante de Bretaña, ave de Bresse con papas de la región de Somme y postre de chocolate.

Este momento propició una conversación entre Trump y Putin, cuyas relaciones son complejas, durante una charla informal en la que también participaron Macron y el secretario general de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), Antonio Guterres. La conversación fue buena, dijo el líder del Kremlin sin dar más detalles, y luego recordó que las autoridades francesas habían solicitado que el programa de estas ceremonias no se viera alterado por eventuales encuentros bilaterales. En declaraciones a RT France, Putin saludó la propuesta de Macron de crear un ejército europeo y recordó que esa idea no es nueva.

Mientras tanto, las parejas de los jefes de Estado, entre las cuales destacaban Melania Trump y la princesa Charlene, de Mónaco, fueron invitadas a un almuerzo por la esposa del mandatario anfitrión, Brigitte Macron, en el Palacio de Versalles.

Por la tarde, todos los dirigentes, a excepción de Trump, participaron con miembros de la sociedad civil en un Foro Internacional por la Paz organizado por la presidencia de Francia para defender el multilateralismo que ha imperado desde que terminó la Segunda Guerra Mundial.

Angela Merkel recordó que el proyecto de una Europa en paz está actualmente en entredicho y expresó su preocupación de que los puntos de vista nacionalistas ganen terreno una vez más. La paz que disfrutamos hoy, que a veces nos parece como algo evidente, está lejos de serlo, y hay que pelear por ella, declaró.

La jefa del gobierno alemán lanzó una advertencia de que el nacionalismo miope gana terreno en Europa y otras regiones. Haciéndose eco de comentarios de Macron, Merkel afirmó que había una predisposición preocupante de algunos para promover intereses propios e ignorar lazos que han sustentado la paz desde el término de la Segunda Guerra Mundial.

La mayor parte de los desafíos hoy no pueden ser resueltos por una sola nación. Es por eso que necesitamos un enfoque común, afirmó a la audiencia Merkel. Si el aislamiento no fue la solución hace 100 años, ¿cómo podría serlo hoy en un mundo tan interconectado?, preguntó.

El secretario general de la ONU, Antonio Guterres, alertó sobre los paralelismos existentes entre la situación geopolítica actual, la de comienzos del siglo XX y la de los años 30, que condujeron a las dos Guerras Mundiales.

Al mismo tiempo, Trump rindió homenaje a los valientes soldados de Estados Unidos que murieron durante la guerra, en una visita a un cementerio estadunidense en la periferia de París, un día después de haber sido criticado por suspender por la lluvia su presencia en una ceremonia similar.

Es nuestro deber preservar la civilización que ellos defendieron y mantener la paz por la que ellos dieron la vida hace un siglo, aseguró el presidente estadunidense, quien elogió a los valientes guerreros que lo dieron todo por su familia, su país, Dios y la libertad.

Las conmemoraciones del centenario del armisticio comenzaron desde temprano en Oceanía y en Asia.

Australia, Nueva Zelanda e India recordaron en emotivos actos a los más de 150 mil militares de esos países que perdieron la vida en el conflicto.

En Londres, el presidente alemán Frank-Walter Steinmeier participó en un acto de reconciliación entre los dos países. El príncipe Carlos depositó una corona de amapolas (la flor que simboliza a los caídos en los conflictos) en el Cenotafio, en representación de su madre, la reina Isabel, quien siguió la ceremonia desde un balcón.

Polonia celebró su independencia, recuperada tras la guerra en 1918, después de que su territorio estuviera repartido durante 123 años entre Rusia, Prusia y el Imperio Austrohúngaro.

LA JORNADA

Deja un comentario

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.