¿Y qué estamos dispuestos a hacer nosotros?

Con mi solidaridad y condolencia a familiares y amigos de Martha Erika Alonso y Rafael Moreno Valle.

La lamentable tragedia en la que perdieron la vida Martha Erika Alonso Hidalgo, gobernadora de Puebla, y el senador Rafael Moreno Valle Rosas, acentúa la pertinencia de reflexionar, en la víspera del inicio de 2019, sobre nuestra capacidad de trabajar juntos por un México mejor, y de mantenernos unidos en el empeño de construir un país con desarrollo y oportunidades para todos.

Más allá de la fatalidad y de las adversidades que eventualmente puedan presentarse, en esta naciente etapa, con un gobierno que comienza y una nueva correlación de fuerzas políticas, tenemos que empezar por reunirnos en torno de los objetivos que nos son comunes: recuperar la paz, reducir la pobreza y la desigualdad, impulsar el desarrollo y combatir eficazmente la corrupción y la impunidad.

Corresponde a las instituciones crear un contexto favorable a nuestras aspiraciones, y compete a cada uno, con conciencia de comunidad, asumir nuestra responsabilidad en la construcción de un país más justo y próspero.

Al alcance de todas y todos está contribuir al fortalecimiento de la nación.

Contamos para ello con un recurso en apariencia pequeño, pero en realidad de gran trascendencia: la conducta cotidiana como instrumento de cambio.

Tenemos que dar un vuelco a estereotipos negativos que se acumularon en el tiempo y trazaron una caricatura que nos estigmatiza.

Creer más en la cultura que nos engrandece y erradicar los arquetipos que nos minimizan. Luchar por la paz que nos concilia y superar la violencia que nos oprime.

Cambiar la trampa que beneficia a unos cuantos por la conducta que nos beneficia a todos.

Trabajar por la igualdad en derechos y oportunidades, en oposición a la injusticia que escritura inequidades.

Crear nuevos paradigmas en las libertades y derechos para que dejen de ser aspiración y se traduzcan en hechos constatables: igualdad entre mujeres y hombres, respeto a las diferencias y justicia para todos.

Multiplicar nuestra empatía y transformarla en compromiso para trabajar unidos por la igualdad social y la prosperidad colectiva.

Desde la esfera de nuestras responsabilidades y con conciencia ciudadana, podemos aportar lo que nos corresponde frente a nuestros desafíos, es decir, pasar de la demanda a la contribución y de la actitud pasiva a la participación.

Todo país requiere del esfuerzo ciudadano porque allí está el potencial de las naciones.

Así como es legítimo expresar nuestras demandas al nuevo gobierno, es necesario preguntarnos qué estamos dispuestos a hacer nosotros, cada uno y todos a la vez, para resolver con acierto los retos de nuestro tiempo.

Feliz año nuevo.

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