Despiden con flores, lágrimas e indignación a Samir Flores Soberanes

Un cortejo popular inundó las calles de Amilcingo. Todo el pueblo despidió a Samir Flores con música, flores y lágrimas, incluso sus contrincantes lo lloraron. “Samir moriste, pero nunca te vendiste”; “Si Zapata Viviera, con nosotros estuviera”, “Samir no murió, el gobierno lo mató”, fueron algunos de los gritos seguidos de aplausos y vivas, además de las consignas de rechazo a la termoeléctrica de Huexca (¡Agua sí, Termo no!) contra la cual Samir encabezó la lucha no sólo en esta comunidad, sino prácticamente en todo el Oriente de Morelos. “De Norte a Sur, de Este a Oeste, ganaremos esta lucha, cueste lo que cueste”, corearon camino al panteón comunitario.

En el pueblo no se admitió la declaración del fiscal de Morelos que vinculó con el asesinato al crimen organizado. “Su lucha contra la termoeléctrica y el gasoducto de Huexca es el fondo de todo”, reitera Samantha César, del Frente de Pueblos en Defensa del Agua y de la Tierra de Morelos, Puebla y Tlaxcala, organización a la que pertenecía también Samir.

Integrantes del Congreso Nacional Indigena (CNI), organización de la que Flores Soberanes era delegado, se presentaron ante el féretro. Aquí estuvo Marichuy, la vocera del CIG que intentó ser la primera mujer indígena en convertirse en candidata presidencial y que tuvo justo en esta comunidad uno de sus actos más numeroso y organizado. Ignacio del Valle y los infaltables ejidatarios de San Salvador Atenco también se presentaron, al igual que los opositores al Plan Integral Morelos de otras entidades.

A las cuatro de la tarde del jueves inició la misa de cuerpo presente. El sacerdote invitó a “la reconciliación entre hermanos”, a pesar, dijo, “de lo que acaba de ocurrir en esta comunidad”, o precisamente por eso.

Con información de LA JORNADA

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