El crédito, un riesgo adicional contra el crecimiento de la economía

La economía en 2018 creció a 2.0% anual registrando una desaceleración clara en el cuarto trimestre de ese mismo año. En ese sentido, el consumo ha sido una de las variables que ha apoyado la actividad económica, así como el intercambio comercial.

Sin embargo, la baja inversión pública y privada han sido factores fundamentales de que el crecimiento sea limitado y con el riesgo de ver una corrección a la baja.

Uno de los elementos que viene apoyando el consumo es el crédito. Con datos al cierre de diciembre pasado, la cartera del consumo en el sector no bancario está creciendo a tasas anuales muy modestas de 1.5% anual, en donde el uso de la tarjeta de crédito crece a tasas apenas de 1.1%; los créditos personales, a 0.8% y los créditos de nómina, a 1.5%, lo que enciende una alerta, pues el nivel excesivo en las tasas activas en el crédito está generando un freno y, en muchos casos, ya en una falta de capacidad de pago por parte de los usuarios.

Esto representa un punto de vista importante para el Banxico, que con el nivel de tasas de interés de referencia actual, la economía se está expandiendo a un ritmo lento y cada vez menor. Las instituciones financieras mantienen un alto spread entre sus tasas activas y pasivas, generando cada vez una menor capacidad para tomar deuda por parte de personas físicas y, en muchos casos también, ya personas morales.

El Banxico mantuvo sin cambio la tasa de referencia

Como era esperado por el mercado, el Banxico decidió mantener sin cambio la tasa de referencia en 8.25% anual con un comunicado más “neutro” en donde empiezan a mostrar una preocupación por el ritmo de crecimiento de la economía.

Por su parte, la inflación se moderó en enero al crecer 0.09%, alcanzando una tasa anual de 4.37%, su nivel más bajo desde diciembre de 2016. Este registro nos lleva a estimar que la inflación en el primer semestre del año será baja, del orden de 1.0% acumulado, y en su caso, será el segundo semestre del año cuando veamos una mayor presión hacia un estimado de cierre de año más cercano a 4.0% anual. La inflación al productor ya se ubicó por debajo de 5.0% anual.

El Banxico deberá ser prudente en adelante, pue si bien las presiones inflacionarias se moderaron en enero, las expectativas de inflación general para el mediano y largo plazos siguen ubicándose por encima de la meta permanente de 3%, en niveles alrededor de 3.50%. Además, el organismo deberá atender a factores relevantes como el diferencial de tasas con Estados Unidos y el tipo de cambio antes de decidir sobre la política monetaria.

Cortesía de 24 HORAS

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