El Papa Francisco inauguró el encuentro sobre la protección de menores, que se lleva a cabo en el Vaticano hasta el domingo, y reconoció que lo que se espera de la Iglesia no es solo condenar los abusos de sus clérigos sino “medidas concretas” para erradicarlos.
El pontífice animó a buscar con valentía “curar las graves heridas del escándalo de la pedofilia” en la Iglesia, tras exponer a los presentes que “sobre este encuentro pesa la responsabilidad pastoral y eclesial que nos obliga a discutir juntos, de manera sinodal, sincera y profunda sobre cómo enfrentar este mal que aflige a la Iglesia y la humanidad”.
La reunión dio inicio con las palabras de una víctima leídas por uno de los miembros del comité organizador y experto en la lucha contra los abusos el sacerdote Hans Zollner: “Ni mis padres, ni las autoridades eclesiásticas oyeron mi llanto. Y me pregunto: ¿Por qué tampoco Dios lo oyó?”
Los participantes recibieron un documento preparado por diversas Comisiones y Conferencias Episcopales, sobre el cual el Papa explicó que son importantes criterios “líneas guías para ayudar a nuestra reflexión” que son “un punto de partida” que no quita “la creatividad que debe haber en este encuentro”, de acuerdo con la agencia Vatican News.
Con información de EXCÉLSIOR