Inflación en febrero de 2019: el enfriamiento continúa por menores precios de productos agrícolas

El índice de precios al consumidor cayó en (-)0.03% en febrero, una disminución más moderada respecto a nuestra estimación de (-)0.14% y relativamente en línea con la del consenso de la Encuesta de Citibanamex de (-)0.02%. Esta variación mensual es la menor para un febrero desde 2002. A tasa anual, la inflación general se ubicó en 3.94%, que se compara con la de 4.37% del mes anterior.

En lo que respecta a la inflación subyacente, en febrero se ubicó en 0.43% mensual, ligeramente superior que nuestro pronóstico y el del consenso, ambos de 0.41%. El incremento mensual de los precios subyacentes se debió, principalmente, a la expansión de 0.49% del subíndice de mercancías, destacando un incremento relativamente fuerte en los alimentos procesados. Los precios de los servicios crecieron a una tasa mensual de 0.36%, impulsados por aumentos en los precios de las colegiaturas, restaurantes y otros servicios de alimentación. A tasa anual, la inflación subyacente se ubicó en 3.54%, ligeramente menor que la de 3.60% observada en enero.

Por otro lado, la inflación no subyacente se ubicó en (-)1.38% mensual y en 5.25% a tasa anual. Esta última cifra es mayor que nuestra estimación de 4.86%, y menor que la proyección del consenso de 5.37%. En términos de las variaciones mensuales, hacemos notar la fuerte disminución en los precios de las frutas y verduras de (-)9.1%, la mayor caída para un febrero desde 2002, destacando las reducciones en los precios de tomates, chiles y papas. En contraste, los precios de los energéticos subieron 0.8% mensual, después de registrar caídas en los dos meses previos.

Confirmamos nuestro pronóstico para la inflación anual de 3.90% al cierre del año. La cifra observada de 3.94% anual al cierre de febrero indica que la inflación general continúa desacelerándose rápidamente. Cabe destacar que alrededor del 49% de los artículos dentro del IPC ahora están creciendo a tasas de 4% o menores, la mayor proporción desde finales de 2016. Sin embargo, la no subyacente sigue siendo el principal motor de las recientes disminuciones en la inflación general, mientras que la desaceleración de la inflación subyacente ha sido más modesta. Para este último subíndice, todavía esperamos ver cierta rigidez a la baja, particularmente porque anticipamos que el aumento de los salarios afectará gradualmente los precios al consumidor.

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