Las principales bolsas en el mundo operan con resultados negativos, y en algunos casos se encaminan a finalizar con su peor caída semanal desde diciembre, ampliando pérdidas tras la publicación de débiles datos económicos en EUA, China y Alemania, que acentuaron el tono bajista en los mercados, aumentando las preocupaciones sobre una posible desaceleración a nivel mundial.

En particular, el índice compuesto de Shanghái de China cayó 4.4%, por una fuerte oleada de ventas que se produjo después de que la mayor casa de bolsa del país emitiese una calificación de venta inusual, que los inversionistas interpretaron como una señal de que el Gobierno chino quiere desacelerar el reciente repunte en los mercados bursátiles del gigante asiática.

En materia económica, las exportaciones de China registraron en febrero su mayor caída en tres años, mientras que las importaciones disminuyeron por tercer mes consecutivo. Si bien estos datos débiles del sector externo podría haber factores estacionales (en febrero se llevan a cabo las festividades del año nuevo chino), estas lecturas se sumaron a las preocupaciones sobre una desaceleración de la economía mundial, después de que el Banco Central Europeo recortara ayer los pronósticos de crecimiento para la región. Las exportaciones chinas cayeron en febrero un 20.7% a tasa anual, mientras las importaciones bajaron 5.2%.

En EUA, el reporte de empleo de febrero fue mixto. Por un lado, del lado negativo, la creación de trabajos se moderó de forma significativa con una generación de sólo 20 mil, el menor nivel en poco más de un año. Conviene recordar que la cifra del mes anterior había superado todas las expectativas con una creación de 311 mil. Por su parte, del lado positivo, el ritmo de expansión del crecimiento de salarios estuvo por arriba de lo pronosticado, con crecimientos de 0.4% y 3.4% a tasa mensual y anual respectivamente. Por último, la tasa de desempleo cayó en una décima a 3.8%.

Este informe no cambiará la reciente expectativa de los inversionistas sobre los futuros pasos de la FED, de que será paciente sobre decisiones de movimientos de tasas de interés, aunque para la autoridad monetaria el rubro de salarios cobra mayor relevancia porque los niveles actuales de crecimiento ya se encuentran en umbrales que podrían traducirse en presiones inflacionarias en el corto plazo. Tampoco modifica la percepción de que el mercado laboral estadounidense se mantiene sólido, ya que habría que esperar más reportes mensuales para hablar de un cambio de tendencia en los niveles de contratación de trabajos.

En Alemania, los pedidos industriales sufrieron su mayor caída en siete meses en enero (-2.6%), una nueva señal de que la mayor economía de Europa tuvo un complicado comienzo de año.

En la Unión Europea, a sólo 21 días de la fecha prevista para que Reino Unido abandone la UE, las negociaciones entre las dos partes están atascadas y los intentos por alcanzar un acuerdo aceptable para ambos podrían extenderse hasta el último momento. El bloque comunitario espera las nuevas propuestas de la primera ministra Theresa May sobre la salvaguarda irlandesa, para continuar con la negociación.

El peso mexicano se mantiene presionado, alrededor de $19.55 spot, por las preocupaciones en torno a una posible desaceleración económica mundial. Sin embargo, la moneda recorta (inicialmente) parte de las pérdidas por un retroceso generalizado del dólar, después de que se publicó un informe de empleo. Los inversionistas ponderan el reporte del mercado laboral en términos de las implicaciones que podría tener sobre la política monetaria de la FED. Por un lado la baja creación de empleos, le juega a favor del peso mexicano, y por otro, el crecimiento de salarios, incide negativamente en la moneda.

Por el resto del día, el tipo de cambio podría fluctuar entre los $19.43 y $19.60 (el euro entre $1.119 y $1.125).