El autoritarismo venezolano y el Callejón de los Brujos

De acuerdo con información de El País, el caraqueño Callejón de los Brujos es un hervidero de enfermos que buscan tratamiento de curanderos con la esperanza de aliviar las dolencias que no puede atender el desplomado sistema de salud venezolano.

Además de un poco de consuelo, bálsamo para la desesperación, en Venezuela hay que buscar agua, alimentos, trabajo, y un dinero que se reduce a cada instante frente a la avasalladora inflación: la estimación para enero ronda 3 mil por ciento, y el futuro inmediato es desolador: 10 millones por ciento al finalizar este año, según el FMI.

Ante la carencia de agua, hay que salir a buscarla. Algunos la toman, espesa y oscura, del río Guaire, y otros en arroyuelos, cunetas, tuberías rotas y charcos. Agua portadora de agentes biológicos y químicos, bacterias, virus y parásitos. El suministro de agua requiere sistemas que hoy están paralizados: 80 por ciento de las plantas termoeléctricas y la mitad de las hidroeléctricas no están funcionando, y las de tratamiento de aguas no operan.

La infraestructura ha padecido un largo proceso de deterioro y gran parte de ella está constituida por plantas chatarra, compradas a “gobiernos amigos”. Sobra corrupción y falta mantenimiento, inversión, combustible y personal.

El gobierno se excusa afirmando que las fallas eléctricas son producto de un ataque “cibernético electromagnético” por parte del imperio. Sin electricidad ni agua, aumentan las enfermedades infecciosas y virales, y la mortalidad infantil y materna; en los hospitales falta higiene, medicamentos y equipo.

La Federación Farmacéutica informa que se carece de 80 por ciento de los medicamentos en general y de 90 por ciento para enfermedades como cáncer, VIH y hemofilia.

La Coalición por los Derechos a la Salud y la Vida reporta que cada año hay 5 mil 660 diagnósticos de cáncer de mama y que, como no hay quimioterapia, diariamente mueren seis personas por esta causa. Los enfermos de hemofilia no cuentan con factores de coagulación desde hace varios años.

Para acceder al programa gubernamental 0800 Salud Ya, hay que tener Carnet de la Patria. “Me tuve que hacer chavista”, dice la gente. Y sin diferencia, porque de todos modos no hay medicinas. La OMS ofreció medicamentos económicos subsidiados del Fondo Estratégico de Medicinas para situaciones de emergencia, pero la ayuda fue rechazada por el gobierno “porque no hay crisis sanitaria”.

El oficialismo dice que los medios exageran. Tal vez por ello grandes cantidades de personas acuden a la Casa de Sanación Espiritual en el Callejón de Santa Eduviges o al Callejón de los Brujos en Caracas.

Pinceladas, apenas, de una crisis humanitaria creada en un país que no ha sido tradicionalmente pobre y que hoy lo es abismalmente como resultado de un gobierno populista y autoritario que ahora, arrinconado, pide un diálogo que antes sólo concedía a un pajarito.

Cortesía de EL HERALDO DE MÉXICO

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