Hookie Honda CB750 Crow

La Hookie Honda CB750 Crow es una creación de Nico Mueller y Sylvia Petrasch, los jefazos de Hookie Co. en Dresden, Alemania, quienes te atienden en medio de motos modificadas, un excelente café y té, platican sobre sus más recientes proyectos de dos ruedas. El más nuevo, evidentemente, es esta CB750 1991 que hoy les mostramos y que, cuando Nico la encontró a la venta en internet, era una verdadera desgracia.

Desde Cero

Lo primero que hicieron fue desmontar el motor. Después desarmaron toda la moto para inspeccionar a detalle cada pieza y saber si les servía o no. “Después de esto comienza la ‘hora mágica’ y modifiqué el bastidor, tanque y subchasis”, comentó Nico. “Revisamos cada soldadura en el cuadro, la rehacemos de ser necesario, y quitamos lo que no nos convence”.

El siguiente paso en la transformación fue “meter en cintura” el tanque -al cual le hicieron unas ondulaciones para las rodillas- y que ahora tiene una apariencia más estética. Pero el cambio más drástico en la Hookie Honda CB750 Crow está en el subchasis, pues reemplazaron el original por uno hecho a mano por ellos, el cual mantiene la horizontal desde el tanque hasta el principio del colín, donde se eleva un poco. En este punto aprovecharon que ya tienen un kit para la CB750 y simplemente le pusieron el nuevo soporte del colín, asiento, caja para batería, etc. 

 

Como el motor era una desgracia, tuvieron que reconstruirlo casi desde cero. Eso sí, ahora luce unos carburadores Keihin con filtros de alto flujo que dejan respirar mejor al cuatro en línea. Evidentemente, la Hookie Honda CB750 Crow trae un nuevo escape y el elegido fue uno de Spark Performance.

Menos es más

Mantener limpia la imagen de una moto prácticamente desnuda es un gran reto algo complicado y la solución fue meter los cables por debajo del tanque. Cables que, por cierto, salen de los nuevos velocímetro, controles y direccionales Motogadget, así como del faro de LED Thunderbolt de Koso. La luz de freno también es de LED y corre en una línea debajo del colín en un toque de buen gusto. Eso sí, no vemos que haya direccionales, ¿qué pasó ahí?

El toque final lo puso la pintura, negra en prácticamente todos lados, con unas plumas en el tanque para hacer juego con el nombre. Eso sí, nos enteramos que el dueño de la Hookie Honda CB750 Crow lleva varios tatuajes de cuervos, así que su moto claramente le va como anillo al dedo.

   

Cortesía de AUTO COSMOS

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