Corrupción e ineficiencia minan servicios de salud en AL, señala experto

La corrupción y programas ineficientes le cuestan recursos millonarios a los sistemas de salud en América Latina, y también en países desarrollados como Estados Unidos, destacó Gabriel Novick, catedrático de la Universidad Tufts, en Boston.

Advirtió, sin embargo, que una sobrerreacción para combatir la corrupción puede dejar sin servicios esenciales a la población y generar un mayor problema de salud al interrumpirse programas de prevención o detección de enfermedades.

“Una sobrerreacción a los casos de corrupción es muy riesgoso, hay programas que no se pueden detener como los de vacunación, los de detección oportuna de enfermedades. Se pueden detener temporalmente los de inversión en tecnología, por ejemplo, pero no los que son impostergables”, indicó.

En entrevista con Notimex, dijo que es más importante el cómo y en qué se invierte el presupuesto para este sector más que la propia cantidad de los recursos, para mejorar el acceso y calidad de los servicios de salud.

Los recursos financieros se fugan mediante el fraude dentro de los sistemas, que consiste en el pago de facturas tramposas a los proveedores, por la ineficiencia de los programas que no llegan a quienes realmente los necesitan o no cubren sus necesidades reales, por la peor forma es la corrupción de Estado.

La corrupción de Estado se produce cuando las autoridades gubernamentales se asocian con los otros componentes de la cadena de los servicios de salud e institucionalizan el fraude, explicó en el marco del taller “El acceso a la salud: un desafío sanitario y periodístico”, impartido por la Fundación Gabriel García Márquez para el Nuevo Periodismo Iberoamericano.

“Esto corrompe no sólo los recursos sino la misma esencia del servicio público, la disponibilidad de recursos para hacer frente a las necesidades de la población y aquí no importa si hay recursos suficientes o no, porque aunque se invierta más si se usan mal de nada sirven”, aseveró.

Las autoridades responsables deben analizar por qué los recursos que se dan a una institución, a una entidad e incluso de un país rinden más en un lugar que en otro y buscar replicar la forma en que se aplican los programas específicos para cada región para que el gasto sea eficiente.

Expuso que tan solo en Estados Unidos se pierden 272 millones de dólares en corrupción y abusos, en los países de América Latina no hay cifras precisas de lo que esto le cuesta a su población.

Gabriel Novick, agregó que los ministerios o secretarías de Salud tienen la obligación de velar porque haya armonía y coordinación en los servicios sanitarios que proveen tanto las instituciones públicas como privadas, para que sean de calidad.

Con información de NOTIMEX

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