Economía mexicana y Pemex, mal en el primer trimestre del año

La economía mexicana perdió impulso de manera importante en el primer trimestre del año, y no vemos cómo mejorará en este segundo trimestre. Sectores como el de servicios y producción industrial siguen estancados sin tener expectativas o catalizadores que pudieran generar un cambio en su tendencia.

Una de las expectativas de inversionistas y sociedad era conocer, primero, los resultados de Pemex después de un enero muy incierto por el tema de desabasto de gasolina, robo de combustible, acciones del Gobierno, cambio de estrategia en la logística de abastecimiento, compras de pipas, distorsiones en la información de las exportaciones e importaciones de energéticos. Pero, además, el manejo financiero con su alto nivel de apalancamiento y servicio por deuda, así como el destino de recursos enfocados en una estrategia financiera o política y de baja rentabilidad.

El resultado trimestral de Pemex enero-marzo fue “negativo”. Las ventas consolidadas cayeron 10% sobre niveles de 356 mil 251 millones de pesos, afectadas tanto por las ventas en México que se contrajeron 16% y las ventas por exportaciones que disminuyeron 1%.

El costo de ventas, que al final incluye también la merma por el robo de “huachicol”, aumentó 2%, así como los gastos generales que se incrementaron 3%, llevó a una pérdida de 43% en su operación.

El flujo operativo conocido como Ebitda registró un nivel de 115 mil 682 millones de pesos, ajustando 17%. Así, Pemex reportó una pérdida de 35 mil millones de pesos, equivalente a mil 842 millones de dólares, y a eso hay que sumarle los vencimientos que tienen en este 2019 por un equivalente a nueve mil 700 millones de dólares.

El incremento en los precios del petróleo en lo que va del año que llevaron a un precio promedio diario de la mezcla mexicana en 57.85 dólares por barril no tuvo efecto al registrarse una caída en la producción diaria de crudo, hoy a niveles cercanos a 1.7 millones de barriles diarios.
Dentro de las principales estadísticas de la producción de crudo, tanto en la explotación de hidrocarburos como en la transformación industrial, ambos se contrajeron.

En cuanto a la inversión ejercida respecto de la inversión autorizada para este 2019 en Pemex, en cuanto a exploración y producción se lleva 27%, 12% en la transformación industrial, 83% en la logística y 22% en la perforación y servicios.

Estamos esperando el anuncio de la Secretaría de Hacienda, del Gobierno federal y de Pemex sobre su estrategia 2019-2024. No quieren salir al mercado, porque implica incrementar el costo por servicio de deuda. Tienen razón, pero entonces, ¿de dónde saldrá el recurso para el pago de vencimiento de deuda y generar un cambio en su rentabilidad?

Parte de los recursos se tomarán del Fondo de Estabilización (contracíclico como quieren llamarlo ahora). De 280 mil millones de pesos, tomarían hasta donde se mencionó, 100 mil millones de pesos (representan 36%), que equivalen a cinco mil 300 millones de dólares. ¿Y el resto?

Las calificadoras y los inversionistas saben de la gran dependencia de Pemex en el riesgo país de México, en el riesgo soberano. Sacar dinero de un bolsillo para meterlo en otro afecta la recaudación del Gobierno. Si a eso le sumamos una menor recaudación hasta ahora, y el Presidente ha sido firme en que no aumentará impuestos en los primeros tres años, la pregunta es qué hará el Gobierno federal con Pemex y qué sucederá con la revisión de la nota soberana, así como su efecto hacia el bajo nivel de confianza que hoy existe en inversionistas de largo plazo, que al final son los que generan empleos y crecimiento económico consistente.

Cortesía de 24 HORAS

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