Mañana será el turno para el Banxico

Durante las últimas dos semanas hemos estado teniendo decisiones de política monetaria de Bancos Centrales importantes como la Fed, el Banco Central Europeo (BCE), el Banco de Inglaterra (BoE) y el Banco de Japón (BoJ), en donde las condiciones de las economías están provocando un cambio de escenario hacia una mayor “flexibilización monetaria”, es decir, seguirán promoviendo diversos estímulos a través de programas de financiamientos baratos en algunos casos, la compra de activos como bonos gubernamentales, hipotecarios, corporativos en otros casos y el probable inicio de movimientos a la baja en las tasas de interés.

Este cambio se debe a la rápida desaceleración de varias economías como las de Europa y Japón. El riesgo del proteccionismo comercial iniciado por Estados Unidos está llevando a países como China a perder impulso en su actividad económica.

Estados Unidos mostró un primer dato de creación de empleos en mayo por debajo de lo esperado y la inflación anual al productor y consumidor desacelerando, aunque aún cerca de su objetivo de 2.0% anual. Sólo algunos datos como los PMI de manufactura y servicios se ajustan a niveles de baja expansión. Por ello, los futuros en el mercado estiman que la Fed bajará la tasa de interés en julio o como lo esperamos sea en septiembre.

El Banxico, por su parte, estima un crecimiento de la economía anual en el orden de 1.3%, cuando en junio de 2018 estimaba que para 2019 la economía crecería 2.3% anual. Está perdiendo ritmo a gran velocidad como lo manifestó Barclays recientemente.

La inflación ronda 4.0% anual en la actualidad, pero la “subyacente” se presiona a 3.87% anual, y no cede terreno. El bajo nivel de confianza está llevando a un ajuste en la inversión y el consumo privado. La inversión pública ha sido mínima en estos seis meses del Gobierno actual.

Inversionistas, analistas y calificadoras estamos a la espera de conocer el Plan de Negocios de Pemex a finales de junio o principios de julio.

Determinará en gran medida su estrategia para recuperar la rentabilidad y enfrentar los vencimientos que tiene sin perjudicar las finanzas públicas.

Además, estamos a la espera de ver si el Congreso de Estados Unidos ratifica el T-MEC y si la respuesta al tema migratorio genera que Trump y el Gobierno americano se abstengan de imponer aranceles a las exportaciones mexicanas a su país.

Todo ello llevará al Banxico a mantener sin cambio la tasa de interés en 8.25% anual mañana. Sin embargo, a pesar de que el riesgo sobre la economía va a la baja, es posible que el Banxico no pueda ir a la par de la Fed, y tendrá que mantener una tasa real muy alta que podría servir para tratar de contener las presiones sobre el tipo de cambio con un mayor spread.

De ahí la importancia de conocer el Plan de Negocios de Pemex, que ojalá sea congruente y las calificadoras otorguen mayor tiempo para ver resultados. De lo contrario, tendremos un segundo semestre más complicado en flujos de mercados con efecto a la economía.

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