Abelardo y su diaria lucha contra el hambre

En la Colonia El Charco, municipio de Ecatepec, en el Estado de México, las calles están sin pavimentar, y los servicios de recolección de basura son prácticamente nulos.

De acuerdo con el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval), Ecatepec se ubica en el primer lugar nacional con el mayor número de personas en situación de pobreza, con 786 mil 843, y el tercer lugar con el mayor número de personas en pobreza extrema, con 90 mil 438.

En medio de ese ambiente de abandono, don Abelardo empuja con dificultad su carrito de tacos de birria, el cual es su único sustento y el de su esposa.

Con una gorra y delantal blanco, comenta a Notimex que desde el “gasolinazo”, como se conoce al aumento de combustible de hasta el 20 por ciento decretado por el gobierno desde enero de 2017, han bajado las ventas.

“No es por presumirle, pero yo vendía por arriba de 30 kilos y ahora solo vendo ocho o nueve”, asegura el hombre que diariamente se despierta a las cuatro de la mañana para preparar la carne, picar cilantro, cebolla y todos los ingredientes que necesita su birria, la cual termina de vender alrededor de las dos de la tarde, y después va a comprar carne para vender al siguiente día.

Su familia la integra solamente él y su esposa, pero por el momento, ella no se encuentra en casa porque tiene a un familiar enfermo, así que debe cuidarlo.

Refiere que ante urgencias como está, con un familiar enfermo, “no queda nada más que solventarlas trabajando. Cuando es mucha la necesidad, voy con alguien y le digo: préstame 500 pesos, te los pago mañana o pasado, y así me voy”.

Aunque a veces ha llegado a demorar hasta cuatro días, tiene claro que debe cumplir sus promesas “hay que ir juntando porque si no, luego no le vuelven a uno a prestar. Se te cierran las puertas, y te dicen no, porque no pagas luego”.

De acuerdo con Don Abelardo, la economía ha caído mucho. “Está ya muy fregado para que se vuelva a levantar, por ejemplo, la cebolla estaba en 10 pesos y ahora está en 30. El limón, todavía la semana pasada estaba en 15 pesos, y ahorita ya está en 25 pesos.

“Entonces, cuánto le puede ganar uno, ya no hay ganancia, ya nomás saca uno para comer y lo más básico”, apunta mientras empuja su carrito nuevamente por la calle repleta de polvo.

En la Colonia San Agustín, del mismo municipio de Ecatepec, sí hay pavimento, aunque las calles están llenas de baches cubiertos de agua por las lluvias.

Aunque la situación es difícil, María Teresa sale cada día, en punto de las siete de la mañana a la avenida Santa Prisca, donde extiende su mesa de madera y acomoda dulces y jarras con jugo de naranja para vender.

La mujer de 60 años dice, sin perder la sonrisa que, por ahora, las ventas no han ido muy bien, principalmente porque los niños están de vacaciones y los papás tienen más gastos, por lo que subsistir se ha vuelto cada vez más complicado.

A pesar de que su esposo también trabaja, “vamos al día, estirando el dinero para que alcance, ahí la vamos llevando gracias a Dios. Esperemos que se mejore, pero está muy difícil, porque subiendo la gasolina sube todo”.

Por ejemplo, comenta, el aguacate está muy caro, el jitomate también, y “cuando va uno al mercado ya todo cuesta más, pero se tiene que comprar, aunque sea poquito. La naranja también está subiendo porque se viene la temporada en que ya casi no hay”.

A todo ello se suma la carencia servicios, así como los altos índices de delincuencia. “Servicios, aquí faltan casi todos. Además, dicen que en San Agustín matan gratis, pero en todos lados ya es lo mismo, se tiene que salir adelante”.

Sobre la pavimentación, María Teresa comenta que el municipio sólo llega a componer las calles cuando van políticos, y en cuanto al agua, “ha habido épocas en las que no ha caído en un mes, tenemos que comprar de las pipas, aunque estén más cara”.

Con información de NOTIMEX

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