Bancos Centrales, más activos ante una desaceleración económica mundial

El entorno económico sigue mostrando un alto riesgo de que la actividad mundial pierde ritmo a velocidad y podrá llevar a algunos países a recesiones en su actividad económica cotidiana. Tenemos a las dos grandes potencias como son Estados Unidos y China en una clara “guerra comercial y política”. Ambas representan 60% del crecimiento mundial con un intercambio comercial muy importante con regiones como Asia, Europa, Norteamérica y Latinoamérica. De ahí se ha dado el contagio y la menor actividad mundial.

Es muy probable que la intervención de la política monetaria sea más activa y firme en estos momentos. El que los bonos del Tesoro americano a 10 y 30 años se ubiquen en 1.55 y 2.01%, respectivamente, vs. la tasa de interés de referencia en 2.25% obligará a la Fed a reconocer el riesgo de una mayor contaminación hacia su economía y la necesidad de continuar con una a dos bajas adicionales en lo que resta del año.

El proteccionismo comercial generado por la administración del presidente Donald Trump está presionando fuertemente a la Fed, y parece que la presión del Presidente sobre Jerome Powell tendrá efecto en el movimiento futuro de las tasas de interés, aunque no vemos tan clara la depreciación del dólar, cuando el resto de los bancos centrales también ajustarán la tasa de interés y la economía americana, pese a su desaceleración, está en su promedio de crecimiento de los últimos 20 años en 2.2% anual, en mejores condiciones que muchos otros países desarrollados.

El Banco Central Europeo (BCE) ya prepara un nuevo paquete de estímulos. Actualmente la tasa de referencia general está en “cero” por ciento y la de depósito, en -0.4%. En su próxima reunión de septiembre podría estar moviendo a la baja alguna de sus tasas de interés (la general o la de depósito), podría aumentar “la oferta de dinero” a través de estar presentando un “QE” (expansión cuantitativa) más potente con posibles compras de bonos nuevamente y sumar papeles privados. Existe el rumor de que podría incluir “la compra de activos en riesgo”, es decir, de acciones en bolsa, quizá en el sector bancario, flexibilizaría su objetivo de inflación, actualmente en 2.0% y lejos en realidad de este nivel y llevará a cabo el Programa de Financiamiento al consumo que ya lo había anunciado.

Por cierto, allá en España, los bancos Santander y BBVA registran en lo que va de 2019 ajustes en su cotización de 10 y 6%, respectivamente. Sin embargo, desde sus máximos niveles registrados a mediados de junio de 2014 a la fecha, han perdido más de 50% de su valor. Las tasas de interés a “0%”, sin duda, han repercutido muy fuerte y los apoyos del BCE parecen no ser suficientes. Podemos añadir bancos alemanes, italianos, franceses, con movimientos similares en el tiempo, aunque de corto plazo algunos estén un poco más defensivos.

El sector bancario en Europa requiere de un oxígeno y por ello se ha empezado a especular que este sector pudiera participar del paquete de estímulos monetarios del BCE.

Finalmente, también es muy probable que el Banco Popular de China tenga en mente flexibilizar su política monetaria. La tasa de interés a 4.35% anual pudiera moverse a la baja en los próximos meses tratando de reactivar a su economía. Ello pudiera implicar que su moneda, el yuan, se mostrará con cierta debilidad.

Por este entorno, entendemos la decisión del Banxico de ajustar 25 puntos base la tasa de interés, y todo apunta a que por la parte internacional, los bancos centrales seguirán bajando sus tasas de interés, lo que ayudará al Banxico a seguir a la Fed en sus movimientos, aunque con un claro riesgo Pemex en nuestro caso que puede ser un “dolor” de cabeza.

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