Mujeres son acosadas por combatir la violencia de género

Imágenes de cerdos vestidos de rosa, del expresidente Gustavo Díaz Ordaz y de la matanza de estudiantes en Tlatelolco, así como la palabra “feminazi” una y otra vez.

Estos mensajes con insultos e incluso con amenazas son lo que han recibido activistas y organizaciones en pro de los derechos de las mujeres luego de la protesta del viernes 16 de agosto en la Glorieta de Insurgentes, motivada por la exigencia de un alto a la violencia de género y por las agresiones de policías denunciadas por ciudadanas, que dieron pie al hashtag #NoMeCuidanMeViolan.

Nashieli Ramírez, presidenta de la Comisión de Derechos Humanos de la CDMX (CDHCDMX), informó que activistas han abierto al menos siete quejas por acoso a través de redes sociales, en las que se les agrede por haber apoyado o participado en la manifestación.

“Tienen que ver con que estas adolescentes están recibiendo por diferentes vías, tanto en redes sociales, amenazas de violación, de agresiones (…) Ellas están viniendo a poner sus quejas y estamos emitiendo lo conducente: medidas cautelares y de protección”, dijo la funcionaria tras presentar el informe de labores 2018 de la CDHCDMX.

“Empezamos a recibir (quejas) con relación a una demanda muy sentida de las niñas, muchas son adolescentes y jóvenes, con relación a medidas de protección por su seguridad”, agregó.

Una de las activistas que han sido acosadas en redes sociales es Dana Corres, quien se encuentra dentro del Mecanismo de Protección Integral de Personas Defensoras de Derechos Humanos y Periodistas de la capital. Dedicada a los temas de movilidad y de género, Corres expresó en Twitter su respaldo a la marcha y a partir de ese momento comenzó el asedio en su contra.

“Claro que me afecta a nivel emocional y físico: ansiedad, estrés (…) Además, estoy siendo difamada, no es solo el acoso de siempre; me acusan de cosas de las que no soy culpable y además instigando no solo a la violencia, sino a mi encarcelamiento”, dijo en entrevista.

“Ya lo vimos con el #MeToo y lo estamos volviendo a ver ahora: son grupos organizados con una agenda muy machista”, advirtió.

La existencia de una coordinación detrás de estos ataques fue identificada también por Luchadoras MX, un grupo de activistas que busca informar sobre cómo enfrentar el acoso en internet y la pornovenganza.

“Esta vez nos tocó vivirlo en carne propia y fue muy fuerte, el trabajo que habíamos hecho previamente nos ayudó a identificar lo que estaba pasando. Fueron cientos y cientos de mensajes de odio que te hacen sentir terrible y tuvimos que parar. Sientes náuseas, ansiedad”, dijo Lulú V. Barrera, fundadora de la agrupación.

Para Barrera, la reacción inicial del gobierno capitalino, encabezado por Claudia Sheinbaum, causó que quienes lanzaron los mensajes de odio se sintieran validados.

La mandataria primero calificó de “provocaciones” los hechos de violencia registrados en la marcha, como los daños en la estación Insurgentes del Metrobús, en comercios y en una estación de policía. Incluso, advirtió que se abrirían carpetas de investigación en la Procuraduría General de Justicia (PGJ-CDMX), pero después señaló que no se criminalizará la protesta social.

“El discurso gubernamental de descrédito, de llamar provocadoras a las feministas, contribuyó a esta percepción social y a la reacción de odio virtual. Por eso también fueron muy importantes los mensajes que buscaron cambiar la narrativa de parte de las mismas autoridades”, dijo Barrera.

Al respecto, Corres advierte de que incluso la propia jefa de gobierno ha sido criticada e insultada en los mismos mensajes que a ella le han llegado.

“En los insultos que yo he recibido también insultan a Claudia. Creo que justo como Claudia es mujer tampoco tiene escapatoria”, dijo.

Entre los hashtags usados para difundir mensajes de odio en Twitter están: #AsíNo, #EllasNoMeRepresentan y #Feminazis.

La atención del problema, sin embargo, se ve dificultada por lagunas en la legislación capitalina. Aunque existe la Policía Cibernética Preventiva de la Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC), el acoso digital aún no está tipificado como delito en el Código Penal local, por lo cual la mayoría de las denuncias es desechada y en algunos casos a estos actos se les cataloga como acoso sexual callejero.

Con información de EXPANSIÓN

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