El peso cerró el tercer trimestre del año con una depreciación de 51 centavos, al cotizar en 19.73 pesos por dólar al mayoreo, periodo en que tocó un mínimo de 18.8644 pesos (7 de julio) y un máximo de 20.2580 pesos (28 de agosto), informó Banco Base.

La institución financiera expuso que es la primera depreciación trimestral del peso en lo que va del año, la cual borra por completo la apreciación de 2.18 por ciento acumulada durante el primer semestre del año.

En el acumulado del año, el peso muestra una depreciación de 0.41 por ciento, lo que implica ocho centavos, debido sobre todo a factores externos en el trimestre.

Refirió que la Reserva Federal (Fed) recortó en dos ocasiones su tasa de interés, en 25 puntos base cada una, a un rango entre 1.75 y 2.00 por ciento, lo cual permitió el que dólar se fortaleciera en el periodo.

No obstante, la Fed ha señalado que la economía estadounidense crece de forma sostenida y que no ha iniciado un ciclo de recortes a la tasa de interés, lo que contrasta con el posicionamiento de otros bancos centrales a nivel global que se espera adopten posturas monetarias flexibles, ante la menor inflación y la desaceleración económica.

Banco Base refirió además que en el trimestre se elevó la percepción de riesgo con respecto a la guerra comercial entre Estados Unidos y China, ante la imposición de nuevos aranceles, y que no se dieron a conocer negociaciones relevantes entre oficiales de ambos países, lo cual redujo la probabilidad de que el enfrentamiento comercial concluya en los próximos meses.

Además, la semana pasada se elevaron las tensiones políticas internas en Estados Unidos, pues miembros del Partido Demócrata en la Cámara de Representantes iniciaron una investigación en contra del presidente Donald Trump, quien al parecer presionó al gobierno de Ucrania para que investigara a un oponente político demócrata rumbo a las elecciones del siguiente año.

En cuanto a factores internos, señaló que se ha fortalecido en el país la expectativa de menores tasas de interés, ante un escenario propicio para ello.

Por un lado, la economía mexicana mostró señales de que siguió desacelerándose durante el tercer trimestre, mientras que la inflación se ubicó por debajo de 3.0 por ciento interanual durante la primera quincena de septiembre, en un contexto donde el Banco de México recortó la tasa de interés en dos ocasiones, en 25 puntos base cada una, a 7.75 por ciento.

Hacia el cierre del año se espera que los principales determinantes del tipo de cambio sigan siendo la política monetaria de Estados Unidos y de México; la guerra comercial entre China y Estados Unidos; la incertidumbre política en torno al juicio político a Trump; una posible recesión global; movimientos en el precio del petróleo y aversión al riesgo a nivel internacional por diferentes factores.

Así, en el último día de septiembre, el dólar libre se vendió en un precio máximo de 20.09 pesos, dos centavos más respecto al cierre del pasado viernes, y se compró en un precio mínimo de 18.60 pesos en bancos de la capital.

Con información de NOTIMEX